Como un acto violatorio a la Constitución y a la ética militar considera el doctor José Machillanda, coronel retirado del Ejército, el ascenso de oficiales participantes en los intentos de los golpes de Estado del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992.
Indudablemente, esta actuación por parte de la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional ha dejado atónita a la sociedad civil.
Con esta decisión tomada por el presidente de la República, Nicolás Maduro, el pasado viernes 27 de este mes, queda en evidencia la ignorancia y la irresponsabilidad del máximo funcionario del Ejecutivo Nacional en materia constitucional y en el ámbito castrense, indicó el conocido profesional del Derecho, fundador de la cátedra Simón Bolívar de la Universidad Simón Bolívar, conferencista, analista político y director del Centro de Estudios de Política Proyectiva.
En esa ocasión fueron ascendidos el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, a capitán del Ejército; el gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, a coronel y el ex ministro de Relaciones Interiores y gobernador del Guárico, Ramón Rodríguez Chacín, a contralmirante.
Maduro dijo que los ascensos fue un mandato de Hugo Chávez, quien, según sus propias palabras, “buscó año tras año la manera de hacerlo hasta que conseguimos la fórmula y me tocó a mí dar este paso.”
Es un acto inconstitucional, violatorio de la ética militar y vergonzoso ascender a elementos golpistas, declaró Machillanda al ser entrevistado por periodistas de EL IMPULSO.
Maduro está enviando un mensaje equivocado a los militares, quienes ahora podrían ser premiados si dan un golpe de Estado.
Eso ocurre por la ignorancia y la irresponsabilidad manifiesta del jefe del Ejecutivo Nacional con respecto a la ética militar.
Su decisión de ascenderlos y llevar a cabo un acto público con tal fin lo invalida como ciudadano ético, indicó. Esas personas estuvieron incursos en delitos de violación a la Constitución.
El compromiso de los militares es el de ser fieles cumplidores de la Constitución y cuando se alzaron en armas, violentaron su obligación.
Maduro ha demostrado incapacidad y un desconocimiento absoluto de la ética militar.
En consecuencia, ha cometido un acto bochornoso, que debe llenar de vergüenza a la institución castrense y causa una dolorosa circunstancia para la sociedad civil,
A ésta, Maduro le ha enviado también su mensaje, en el cual refleja su incapacidad e ineptitud.
Su conducta no es la más apropiada para un jefe de Gobierno, porque el 18 de diciembre expresó estar dispuesto al diálogo y ahora, el 27, saca a relucir que el uso de las armas en hechos de fuerza es lo que se debe premiar, motivo por el cual está rechazando conversar con quienes no piensan como él.
Indudablemente, la decisión de estos ascensos afecta el entorno militar y evidencia una conducta altanera, inconstitucional y agresiva de Maduro.
Esto sucede, concluyó, porque tenemos un régimen autocrático militar, que no le importa violar la Constitución y todos los principios éticos