La primera prueba de Rafael Dudamel como director técnico del Deportivo Lara llega esta tarde. El equipo rojinegro, con el atacante Heiber Díaz Tovar como único refuerzo confirmado, visita a Yaracuyanos FC en un amistoso programado para jugarse desde las 3 y 30 en el estadio Florentino Oropeza (San Felipe), a puertas cerradas.
Dudamel, que fue nombrado DT del cuadro rojinegro poco después de finalizado el torneo Apertura –el 15 de diciembre- dispondrá de toda la plantilla, incluyendo al argentino Hernán Zanni, a quien tiene en evaluación, a la espera de ratificarlo en la plantilla o negociar su salida para traer a otro extranjero de la misma posición.
Aunque se trate de un simple duelo de preparación, el desafío tiene enorme importancia para el nuevo entrenador rojinegro, que está en la etapa de conocimiento de sus jugadores y quiere observarlos en cancha para definir su módulo táctico y once abridor para el primer compromiso del venidero Clausura, que será el 12 de enero ante El Vigía en el Metropolitano de Cabudare, siempre y cuando sea levantada la sanción que pesa sobre el escenario del sector La Campiña, el mismo en que Dudamel jugó su partido de despedida con la selección de Venezuela.
El mismo Dudamel habló días atrás de la necesidad de sacarle el máximo provecho a estos días de trabajos, que sirven de preparación para el venidero semestre, y el duelo ante el equipo de San Felipe es una valiosa oportunidad para comenzar a imprimir ese sello que quiere para el elenco, de buen trato al balón, orden en los táctico, agresividad y mucha dinámica, tanto con el balón en los pies como en situación de defensa.
El exportero vinotinto, que asume su primer careo de preparación con el cuadro larense precisamente en su tierra natal, puede aprovechar para perfilar un sistema táctico, aunque de entrada advirtió que es flexible y puede aplicar cualquier dibujo, dependiendo de los jugadores y de las necesidades que haya en cada partido del venidero torneo local. Sin embargo, gusta de la idea de jugar con cuatro en el fondo y de ahí en adelante aplicar variantes.
Dudamel tiene la misión de sacar al cuadro local del atolladero en que se encuentra y llevarlo a lugares de protagonismo, esos a los que se acostumbró en la etapa dorada de Eduardo Saragó. El semestre pasado fue todo un calvario y no hubo los resultados esperados pese al cambio de timón, porque no fue solución la salida de Lenín Bastidas ni tampoco lo fue la llegada de Jesús “Chuy” Vera, como lo demuestran los números.
El equipo, que estaba confeccionado para estar en las primeras plazas, terminó en la casilla 16, sin poder ganar en las últimas siete jornadas, afectado –hay que decirlo- por la sanción que le impidió jugar en casa en ese segunda parte del torneo, tras la suspensión de la plaza por incidentes violentos de algunos aficionados.
De la mano de Dudamel, el conjunto local espera volver a la parte alta de la cima y hacerse con un cupo a competencias internacionales, el compromiso con el que vino el yaracuyano, un hombre acostumbrado a los retos y que viene, nada menos, de clasificar a la sub17 al mundial de la categoría.