¿A quién pertenece el patrimonio cultural? ¿Acaso es de unos o de otros? ¿Es responsabilidad de todos?
Largas discusiones se generan en torno a este tema, ahora colmado de orgullos y lamentos.
El municipio Palavecino no escapa de esta penosa realidad. Cuenta con 294 patrimonios culturales y algunos de estos se encuentran en franco deterioro.
La cifra es extraída del Catálogo elaborado en ocasión del I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano, en el cual el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) dependiente del Ministerio del Poder Popular para la Cultura (Mincultura), declaró lo allí expuesto como Bien de Interés Cultural, según resolución Nº 003-05 de fecha 20 de febrero de 2005.
Y si es un bien con un interés en particular, propio de un despacho ministerial, un reconocimiento y registro de todas aquellas manifestaciones que caracterizan al pueblo venezolano, en particular el palavecinense, ¿por qué dejarlo en abandono?
Existe una representación regional del IPC, pero su representante Américo Cortez, comenta que falta personal y presupuesto propio.
Si se ahonda más en las responsabilidades de cada caso, y en cumplimiento del artículo 178 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 24, 26, 27, 28, 29, 30, 35, 36, 41 y 43 de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, la autoridad municipal debe establecer las medidas necesarias para la protección y permanencia de los bienes contenidos en el catálogo, notificando al IPC sobre ellas.
La pregunta es ¿qué ha pasado? Patrimonios como la Ruta Artesanal de Agua Viva se han perdido. Al principio eran 93 artesanos y ahora son menos de 40; la Casa Rosada sólo está habitada por el olvido y la plaza Aquilino Juares no es un tributo a este general sino un espacio para el comercio informal y otras actividades.
Hablan los cronistas parroquiales
Los cronistas, municipales y parroquiales, con su labor de resguardo histórico y cultura, de protección de la memoria colectiva de una población, son actores primordiales en el cuidado del Patrimonio Cultura.
Para José Luis Sotillo, cronista de la parroquia Agua Viva, aún no se comprende la importancia de la identidad del municipio con sus patrimonios, un municipio por demás heterogéneo, poblado por personas de distintas partes del país que no guardan sentimiento de identidad con Palavecino.
El carente sentido de pertenencia de los pobladores lo atribuye a la falta de identidad de los habitantes. Pero de no existir organismo que se encargue de promoverlo, será difícil que el ciudadano cuide lo que es suyo, su patrimonio.
Según cuenta se requiere compenetrar al actor cultural con el patrimonio del municipio, mayor compromiso del ciudadano con el patrimonio vivo, material o inmaterial, además de la incorporación de los medios comunitarios alternativos.
Para Américo Cortez, también cronista de la parroquia de Cabudare, el problema a enfrentar es la falta de interés de las mismas comunidades.
“En principio deben entender que el patrimonio cultural les pertenece, para que así velen por él. Nos resulta imposible tener un policía o custodio en cada uno de estos”.
“Han existido fallas de ambas partes. Nosotros también hemos cometido errores al no estimular a las personas para que entiendan el valor de lo patrimonial”, apuntó el cronista que reconoce la falta de promoción por parte de instituciones públicas.
“El resultado de charlas de espacios patrimoniales en riesgo es triste, porque las personas no consideran aquello importante, frente a necesidades primarias como la construcción de una casa, cloacas o aceras”.
Para Heriberto Yépez, cronista de parroquia José Gregorio Bastidas, la responsabilidad del cronista radica en promocionar, enaltecer y difundir ese patrimonio, visitar las escuelas y promocionar ese capital para que sea conocido también entre los niños y jóvenes, quienes desconocen su importancia.
A su juicio deben existir políticas nacionales actualizadas de promoción del patrimonio cultural, aplicables a los municipios, incluso las parroquias.
“Como conocedores en el tema podemos servir de guías en el desarrollo de este plan.
Sin embargo, se requiere de instituciones que apoyen esa promoción”.
Rosmir Sivira
Fotos: Daniel Báez