Una suave brisa acariciaba al pasar, en un escenario donde el techo fue la seductora oscuridad del cielo crepuscular, en las alturas de una exclusiva terraza y al pie de una piscina que permitía escuchar la emoción imperante del viento que susurraba su gozo por mezclarse con el sutil y refinado aroma que emanaba el espumante Pomar Brut Rosé, que daba la bienvenida a los distinguidos invitados a la Cena Anual del Club Pomar.
La cálida ciudad de Barquisimeto se vistió de gala, brindando todo su esplendor para celebrar una vez más el exclusivo encuentro gastronómico, que marca el inicio de las festividades decembrinas para los integrantes de este selecto club, con el sabor pleno de la tradición y el sazón venezolano.
Un placentero capricho criollo, fue lo que pudieron degustar los asistentes. El apetitoso menú diseñado por la reconocida chef Mercedes Oropeza y elaborado por el sagaz chef larense Humberto Arrieti, simplemente deleitó en todas sus partes a los comensales, con la maestría de una perfecta combinación de las gentiles bebidas seleccionadas, fusiones que acariciaron paladares.
Los platillos que pudieron ser degustado en esta velada, fueron cuidadosamente producida bajo el más puro estilo caraqueño, siguiendo paso a paso las recetas del conocido libro rojo de Don Armando Scanonne, esto como un cortés detalle de los creadores de esta festín, que forman parte de los cocineros de Venezuela Gastronómica, asociación que actualmente quiere rendirle homenaje en vida, a este importante exponente de la cultura gastronómica venezolana.
Las tonadas del grupo de músicos larenses Raza y Alma, se encargaron de darle ritmo a esta noche que cerró con broche de oro en Barquisimeto, los encuentros decembrinos organizados en el territorio nacional por el Club Pomar, cargados con un eminente sentimiento de orgullo por nuestras raíces.
Aura Marina Rodríguez
Fotos: Antonio Barbiero
