Luego de la celebración del nacimiento del Niño Dios, las calles de la ciudad lucían desérticas, pocas personas caminaban en las plazas públicas acompañando a sus pequeños quienes disfrutaban del regalo que les dejó el Niño Jesús.
Con la pereza intacta, la ciudad mostraba su imagen más desolada, que daba fe de lo tarde que se les hizo a aquellos que disfrutaron en compañía de los suyos la noche del 24 y parte de la madrugada del 25 de diciembre. Sin embargo, sí hubo unos cuantos quienes prefirieron el exterior de sus casas para que sus hijos hicieran uso de los regalos recibidos. Fue una mañana cargada de magia para aquellos que, bien sea en casa o en lugares públicos, podían ver cómo se dibujaba una sonrisa de felicidad a sus pequeños, satisfechos con el regalo, así éste no sea aquel que deseó cuando realizó la carta.
En el oeste de la ciudad, en el Parque Ayacucho, como todos los años, niños ponían a prueba los carros eléctricos, monopatines y patinetas. Sorangel Yépez, acompañaba a sus dos hijos quienes tenían a disposición el parque para dar rienda suelta a la imaginación junto a su jeep eléctrico.
Al otro lado de la ciudad, en la plaza Bolívar del pueblo de Santa Rosa, Génesis Torres, hermana de Juan Torres, lo acompañaba mientras éste disfrutaba de su patín de Ben 10, una de las figuras de dibujos animados preferida por los jóvenes, “él pidió un celular pero el Niño prefirió darle un patín”, explicó, “igual me gustó mucho”, dijo el pequeño.
Al igual que Juan, la preferencia los niños y niñas durante ésta Navidad, ha sido la escogencia de dispositivos electrónicos en sustitución de algunos tradicionales como las pistas de carros, carros a control remoto, patines, muñecos de acción, muñecas para las niñas, entre otros. En un recorrido por diferentes asentamientos habitacionales, y ante la ausencia de personas en las calles, se hizo obvio que las solicitudes de los infantes se habrían dirigido a teléfonos celulares, computadoras, juegos de videos portátiles, tabletas…, lo que les permitió mantenerse en sus hogares para disfrutarlos.
Santiago, Isabel y Lucía Sequera, son tres primos quienes disfrutaron este día junto al árbol de Navidad y sus nuevos juguetes, entre los que se observaban una consola portátil de video, una tableta y la muñeca Ariel, de la película de dibujos animados La Sirenita.
Por su parte, María Laura Velazco, Valentina, Victoria y Valeria Anzola, son primas que se reunieron en horas de la mañana para disfrutar de su monopatín eléctrico, teléfono celular y muñecos recibidos durante la noche.
Sin embargo, pese a esta ofensiva tecnológica que ha cautivado la preferencia de los pequeños, siempre queda espacio para las solicitudes tradicionales, como una bicicleta. Francisco Eduardo Bermúdez, un niño de ocho años, pidió una bicicleta tipo cross que está aprendiendo a manejar; aunque sus pedaleos no son prolijos ahora, con la práctica lo hará mucho mejor.
