Crónica urbana – Personaje de nuestra tierra

En fecha reciente, como es puntual por estos días de fin de año, se realizó el tradicional reencuentro de la Sociedad Hijos y Amigos de Aguada Grande, evento que reúne la presencia ancestral de gente de esta tierra larense. Una vez más el lugar de reunión fue Barquisimeto, en el hogar del nuestros amigos Perucho Adam y su esposa Omaira, quienes junto a su familia con suma gentileza cumplieron el rol de anfitriones.
El acto lo inició el Padre Eibar, de la Comisión de Animación Misionera, encargado de oficiar la acostumbrada misa que abre luces para andar siempre al lado de la palabra de Dios. Luego el reencuentro se convirtió en animosa tertulia, en anecdótica caja de recuerdos, en sostenido brindis, en gustosos platos navideños y en criolla música.
En el ambiente musical destacó la actuación de don Narciso Gutiérrez, más conocido como El Negro Gutiérrez, expresión de cantante, músico, compositor y poeta. Allí estuvo, cargando levemente sus 90 años de edad y su cosecha de artista popular, aplaudido con admirada devoción. Pulsó las cuerdas de su guitarra y soltó su voz con relieves de eternidad, como si el tiempo le renovara cada día esa cualidad artística.
El Negro Gutiérrez, nativo del caserío Los Planes, cerca de Aguada Grande, aprendió a tocar guitarra cuando apenas tenía siete años de edad. Lo hizo guiado por lecciones de su padre, el señor Luis María Gutiérrez, empeñoso agricultor y comerciante de aquellos predios rurales. Desde entonces al pequeño aprendiz le quedó el gusto por la música y con esa vocación  abordó también los sonidos del cuatro, el violín y la mandolina.
Así, en su juventud, anduvo en seductoras poses serenateras, airoso juglar de ventanas disputándole claros de luna a la noche. Y también se enamoró de las parrandas, presente en diversos pueblos y caseríos donde era protagonista con su música y su voz:
Oiga compadre Pancho
lo que me pasa lo sabe usted,
que mi negra del rancho
con el pulpero ayer se fue…
Luego el Negro Gutiérrez formó en Aguada Grande exitosos duetos: Parupano, Latru, Urdaneta y Piragua. Ahí le acompañaron voces y guitarras de amigos: Gabriel Acosta, Alberto Pineda, Moisés Rodríguez, Manuel Sánchez y Ramón Lameda. Más tarde, tras residenciarse en Acarigua, fundó el Trío Portuguesa con Napoleón Querales y Honorio Díaz, Y en su cuenta de compositor tiene 80 piezas, la mayoría dedicadas al amor, a la amistad, a las costumbres y al paisaje de su terruño.
Amplia ha sido su trayectoria artística, son 83 años de ajetreos musicales, encontrando en esa ruta muchas satisfacciones. Distintos escenarios han acogido su mensaje de trovador popular, incluyendo centros culturales, emisoras radiales y el otrora programa de TV “Así es mi tierra”, dirigido por el distinguido costumbrista Luis Brito Arocha.
También ha recibido numerosos homenajes, entre ellos uno de la Casa de la Poesía de Portuguesa, institución que le reconoció su labor cultural en esos espacios llaneros. Y acá, en la Sociedad Hijos y Amigos de Aguada Grande, es permanente el reconocimiento al Negro Gutiérrez, personaje de nuestra tierra que sigue con su vigor musical en Acarigua, lugar donde habita junto a su familia.