Un espectáculo irrepetible celebró la Navidad entre gaitas, aguinaldos y parrandas, gracias a la admirable fusión entre la Banda de Conciertos del estado Lara Maestro Antonio Carrillo, junto a Rafael «Pollo» Brito e invitados especiales que dejaron todo su talento en el escenario del Teatro Juares, que el sábado cerró su calendario de actividades del 2013.
El concierto previsto para recaudar fondos que permitan la compra de instrumentos requeridos por la institución musical que en el 2014 celebrará 130 años de trayectoria, inició puntual, a las ocho de la noche. Se abrió el telón del recinto cultural, y allí estaban los músicos de la banda, junto a los integrantes de sus coros (infantil, juvenil y adulto), y el maestro Antonio Giménez como director invitado a tan especial encuentro.
Walking blues, una pieza original de Antonio Giménez, que dio entrada al repertorio preparado junto a la Banda de Conciertos del estado Lara. El selecto público no tardó en emocionarse frente a tan magistral ejecución.
De inmediato, Rafael «Pollo» Brito salió al escenario para derrochar talento y simpatía, en lo que era su primer espectáculo completo junto a una banda de conciertos, ya que en ocasiones anteriores sólo había tenido breves participaciones.
Una casita bella para ti, que fue su carta de presentación como solista y arreglista en el año 2005, fue una de las primeras canciones ensambladas junto a la Banda de Conciertos del estado Lara, con arreglos de Ángel Balán-Brito.
La alegría decembrina fue apoderándose del Teatro Juares y la gaita Maracaibera, de César Rincón con arreglos de César Orozco, permitió que se escucharan sonidos característicos del género, junto a las melodías de los instrumentos académicos al ritmo de lo hecho en Venezuela.
Siguió la fiesta musical y, en un espectáculo donde figurara Rafael «Pollo Brito» entre los protagonistas, no podía faltar un bolero. El artista aprovechó la ocasión para entonar Desesperanza, original de la valenciana María Luisa Rincón e interpretado por primera vez por el criollo Eduardo Lanz, pese a que el reconocimiento internacional se obtuvo en la voz de Alfredo Sadel, a finales de los años 40′.
Transcurrieron 30 minutos de concierto y se escuchaba la alegría de A quién no le va a gustar, una canción que han tomado de bandera diversos intérpretes, gracias a la pluma de su creador; el portugueseño Cheo Hernández Prisco.
En un concierto de Navidad no podían faltar los aguinaldos. Por ello, el intérprete de la noche contagió al público con su alegría al ponerle voz a Corre caballito, El Cardenalito y Feliz año pa’ ti, todos con arreglos del maestro Antonio Giménez.
Un canto a la Excelsa Patrona
«Siempre queremos estar aquí el 14 de enero; yo le canto, le rezo y con ella pienso en mi familia», dijo Rafael «Pollo» Brito antes de interpretar Inquietud, la gaita que le hizo el zuliano Neguito Borjas a la Divina Pastora.
Para este tema que contó con arreglos de Rubén Levi, el cantante invitó al escenario al músico caroreño Ruperto «Tico» Páez, quien se encontraba entre el público.
El género característico de cada diciembre siguió como bandera en la fiesta musical, y Aquel zuliano se escuchó seguido de Quién como yo, esta última del cantante y compositor Virgilio Arrieta, un aragüeño que ancló su vida y corazón en Barquisimeto para desarrollar una prolífica carrera que lo ha paseado, incluso, por las artes plásticas.
En el repertorio no podía faltar Sin rencor, la gaita de Neguito Borjas que catapultó al Gran Coquivacoa y se convirtió en un clásico de las navidades venezolanas, versionado además en infinidad de ocasiones por exponentes de diversos géneros musicales.
Rafael «Pollo» Brito hizo un alto para saludar al maestro Adelis Fréitez, quien disfrutaba del concierto entre el público. Además, en este momento, el intérprete caraqueño invitó a los presentes a «rescatar, pelear y hablar todos los días de la música venezolana, porque es la mejor del mundo».
Tras ganarse una cantidad de aplausos por el comentario anterior, los sonidos del bajo le dieron entrada al «Pollo» para cantar los primeros versos de Acidito, de Adelis Fréitez, y luego hacer sonar las cuerdas del cuatro, mientras el coro culminaba el alegre merengue venezolano. Luego vino Amor del bueno, la canción de Neguito Borjas para la que nuevamente Antonio Giménez prestó su talento en los arreglos.
Junto a un sonero…
Rafael «Pollo» Brito coincidió con Marcial Istúriz y no pudo evitar invitarlo al espectáculo junto a la Banda de Conciertos del estado Lara. La idea de llevar al sonero al escenario fue acertada, pues al interpretar el joropo El Curruchá de Juan Bautista Plaza, en versión salsa, mostraron la sinergia existente entre ambos y emocionaron a los presentes que no pudieron evitar moverse al ritmo de la pieza en la que predominaban sonidos de bajo, batería, piano, cuatro, tambora gaitera, charrasca y las congas.
Momentos de improvisación y hasta el afamado «Sabroso» con la vueltica que hizo famosos a Servando y Florentino Primera en su paso por Salserín, marcaron uno de los momentos más divertidos de la noche gracias a la interpretación del tema que pasó del joropo a la salsa gracias a la versión de Rafael «Pollo» Brito, que cerró el 2013 en el tercer lugar del Tema tradicional del Récord Report Nacional, la agencia de análisis de mercado que se encarga de reportar la actividad de la industria musical del país.
Alegre despedida
La Banda de Conciertos del estado Lara se puso de pie para recibir los aplausos del público, que además ovacionó a los integrantes de los coros que conforman la institución musical.
El sonero mirandino Marcial Istúriz se quedó con el «Pollo» Brito para la despedida que llegó con Faltan cinco pa’ las doce, una pieza que se pasea por la nostalgia de los días que se van y la alegría de recibir un nuevo calendario en familia. La ocasión fue propicia para que los coros entonaran al unísono un «Feliz año» y de inmediato sonaran las notas de Yo no olvido al año viejo y, finalmente La Grey Zuliana, que escribió Ricardo Aguirre para inmortalizarla en el género zuliano.
