En dos hechos distintos ocurridos la noche del sábado 22 fueron asesinadas dos personas por una misma causa y fue resistirse al robo. Ambos homicidios se registraron al norte de la ciudad.
El primero fue a las 9:55 de la noche en el caserío Yucatán, en la parroquia de Tamaca, la víctima se llamaba Abundio Rafael Rodríguez Bello, de 46 años de edad.
Nancy Rodríguez comenta que a esa hora por las paredes de la urbanización Yucatán, venían cuatro jóvenes corriendo, estaban escapando porque se habían metido a robar dos viviendas en el lugar, un funcionario de la Guardia Nacional que reside en el caserío, al percatarse de la acción hamponil, sacó su arma de fuego y disparó en contra de los malandros. Dos se escaparon y uno de tez morena se metió a la casa de Rodríguez Bello para refugiarse.
La señora comenta que dentro de la vivienda lo recibió su hermano y logró neutralizarlo, no percatándose que venía un segundo hampón de tez blanca y éste para rescatar a su compañero, le disparó al señor en dos ocasiones en la cabeza. En medio del enfrentamiento el funcionario de la Guardia Nacional también resultó herido con un disparo en el cuello y otro en el brazo.
El efectivo fue auxiliado, los cuatro ladrones escaparon, uno de ellos vestido con camisa negra y blue jeans iba herido de bala en un glúteo, mientras Rodríguez Bello quedó muerto dentro de su residencia. “Yo soy doctora verifiqué y ya mi hermano no tenía signos vitales, por lo que se esperó a los funcionarios del Cicpc que hicieran el levantamiento del cuerpo”, explicó su hermana Nancy.
La víctima era vigilante en el antiguo Ministerio de Agricultura y Tierra, era sostén de hogar y deja huérfanos a cuatro hijos todos menores de edad. Fue descrito por sus seres queridos como una persona trabajadora y muy dedicada a su familia.
El segundo hecho se produjo cinco minutos después frente a la iglesia Shekina, muy cercano a la urbanización Las Sábilas, en El Cují en un autobús Ford 750 perteneciente a la Cooperativa 2021, signado con las placas AF4660, se montaron dos sujetos.
El colectivo es de 54 puestos, venía totalmente lleno y alrededor de seis personas paradas. De pronto dos hombres le indicaron al colector que le diera el dinero producto del recorrido diario, Cristóbal Rafael Castañeda (26), se negó a entregarlo por lo que uno de los delincuentes le dio una puñalada en el pecho, justo en el corazón.
Los maleantes se bajaron de inmediato del colectivo y el joven fue trasladado en el mismo autobús hasta el ambulatorio de Tamaca, pero llegó sin signos vitales.
La delincuencia hizo estragos la noche de ayer en la zona norte, dejando enlutada dos familias en minutos.
