“El significado de la Navidad en la historia no tiene otro que el nacimiento hace 2013 años de Jesucristo en un humilde pesebre, en la ciudad de Belén, quien vino a este mundo para salvarnos de satanás, de la maldad y llevarnos por caminos de felicidad en esta vida y en la otra”.
Con estas sencillas pero emotivas palabras concedió una entrevista para diario EL IMPULSO, la tarde de este miércoles, monseñor Antonio José López Castillo, arzobispo de la arquidiócesis de Barquisimeto, quien describió de varias maneras esta hermosa época del año, siempre en torno al cristianismo.
Señaló que la Navidad es Cristo que quiere renacer en nuestros corazones, por los valores, por las virtudes a través de la Biblia que traduce la palabra de Dios.
Manifestó que la Navidad es también la vivencia de los sacramentos, especialmente el bautismo y la eucaristía que fortalece en la fe, desde la liturgia eucarística, el cuerpo, la sangre y el alma de Cristo.
Dijo que la Navidad se profesa cuando se cumplen los diez mandamientos de la ley de Dios, sobre todo el que ordena no matar.
“Cuando se defiende la vida de los niños antes de nacer, y se cumple el mandato de no robar ni mentir, significa que estamos en Navidad”, reflexionó.
Navidad es cumplir con las bendiciones del evangelio, dar de comer al que tiene hambre y ayudar al enfermo. “Cuando somos solidarios estamos en Navidad”.
Aclaró que no es un tiempo de despilfarros, de excesos. Tampoco de derramamiento de sangre, es un tiempo de cordialidad, de fraternidad, de austeridad, de solidaridad, de fe y esperanza.
Le deseó al pueblo de Lara, de la arquidiócesis de Barquisimeto y a todos los hombres de buena voluntad una Navidad en familia, que se quiera, coma y reze unida, que haya cariño, comunicación, entendimiento. Un año lleno de justicia y de democracia, de prosperidad y trabajo para todos, de vida y salud, de paz en Dios.
“Navidad es Dios con nosotros y nosotros con Dios para construir el país que queremos”, insistió.
Educar jóvenes en valores
Monseñor López Castillo manifestó que para ello cuentan con la Pastoral Adolescente y la Pastoral Juvenil, cuyo objetivo primordial es orientar a los jóvenes en la espiritualidad, en la Biblia, en los valores, en las virtudes y para el bien.
Esgrimió que a través de estas pastorales motivan a los jóvenes a que se preparen para una paternidad y maternidad responsable, y se le transmiten mensajes que les ayuden a entender el sentido de una sexualidad bien razonada para que eviten de esta manera el embarazo precoz, una maternidad o paternidad irresponsable, y por el contrario asuman un hogar constituido humana y cristianamente.
Asimismo, alertan a los jóvenes sobre los peligros y los daños abortivos que representa el consumo de anticonceptivos, porque “lo que queremos es que los muchachos no fracasen”.
La idea también es orientarlos y acompañarlos junto a sus padres y por toda la comunidad, para que sean personas que estudien, se capaciten, crean en Dios y no se desvíen por el camino del ateísmo, el comunismo, sino por el sendero de la fe católica y orgullosos hijos de Dios.
Acercamiento a los más alejados
Confesó que la arquidiócesis cuenta con un proyecto de renovación pastoral en espiritualidad de comunión y evangelización, el cual trabaja fuertemente sobre todo por los alejados.
Ese proyecto de dedica en cuerpo y alma a ese 90% que está distanciado de las parroquias, pero que son personas hijas de Dios y lo buscan, por ello se construyen pequeñas comunidades cristianas donde ellas se conozcan, quieran y ayuden, puntualizó.
Un reto formar a padres
Informó que una poderosa herramienta que posee la arquidiócesis por medio de la pastoral son las escuelas para padres, justamente para enseñar a los padres de familia a ser padres, y a las madres a ser madres, ya que no fueron formados para ello.
“Queremos que aprendan a quererse, a amarse, a acompañarse y saber orientar a sus hijos y a sus hijas”, recomendó.
Adujo que hay muchas familias que viven en condición de concubinato que presentan problemas, pero se trabaja para ayudarlas y para que sus hijos se formen en otra dirección.
Mostró orgullo al decir que con el proyecto de renovación pastoral han logrado sumar más católicos a la iglesia, sin menospreciar las buenas relaciones que tiene con los hermanos protestantes porque al fin y al cabo dentro de sus perspectivas trabajan por Dios.
El socialismo no es el camino
Monseñor López Castillo exteriorizó estar contra el socialismo del siglo XXI que impulsa este gobierno, así como del marxismo y comunismo cubano que profesa, el cual ha sido un fracaso en el mundo entero.
“Nosotros apostamos por democracia, libertad, economía de mercando y diversidad de criterios y opiniones. Por eso no nos entendemos, ya que el comunismo habla de odio, la democracia de amor, el marxismo expropia y la democracia respeta la propiedad privada y busca la producción”, sentenció.
