¡El diálogo Maduro–oposición!

El diálogo es quizá uno de los combustibles más importantes en la democracia, pero para que sea importante tiene que haber democracia, en Venezuela el actual sistema de gobierno no exhibe las principales características de éste tipo de régimen; la división de los poderes, ni el imperio de la ley.
Creo que el Alcalde electo de El Hatillo, David Smolansky, fue el único que en una frase resumió la critica situación venezolana al decirle al presidente es su rostro y televisivamente “el Tribunal Supremo de Justicia está arrodillado al ejecutivo nacional”, aguas abajo no se puede esperar contexto distinto.
Pienso que el único e indiscutible ganador del reciente encuentro entre Maduro con alcaldes y gobernadores opositores fue el actual presidente de la nación, logró finalmente el reconocimiento por parte de su principal adversario colegiado.
A cada pedimento realizado por los representantes de la MUD Maduro respondió justificando sus actuaciones, asentando que tomaría nota, pero sobre todo dejando avizorar que no habrá cambios sustanciales en la forma en que conduce al país, que el llamado Plan de la Patria se impondrá por encima de los planes de gobiernos regionales y locales a pesar de las suplicas opositoras. Resulta claramente previsivo denotar el ambiente en que se llevó la reunión; sin el principal líder opositor Capriles, en un salón tapizado por el rostro del “nuevo” Bolívar y de un gran retrato de Chávez, mismo que a cada rato era enfocado en clara demostración de los objetivos que indujo dicho evento.
No puedo ser optimista, los últimos 15 años en nuestro país han dejado excesivamente claro que las palabras no son más que eso, incluso las escritas, que solo quedan para documentar lúgubres registros históricos, son los hechos los que hablan, los que dicen y me es imposible asimilar que un apretón de mano y la entrega de una carpeta cambie el rumbo que lleva el actual gobierno, sí tan solo 24 horas antes de esa reunión Maduro despotricaba y despojaba de funciones a quienes se sentaron con él. Los objetivos eran claros: colocar al frente del liderazgo nacional a Maduro, pasar la página del 14A, enterrar políticamente a Capriles, proyectar imagen democrática del gobierno y justificar el “Plan de la Patria” en la propia cara de la oposición, todos los objetivos se cumplieron a cabalidad ¡Felicitaciones al Gobierno! En cuanto a la oposición, ahora sí, más que nunca ¡a reinventarse! que hayan cedido a semejante acto es muestra de derrota, de carencia de ideas, de agotamiento.
@leandrotango