Es inminente el desplome paulatino de la casona donde nació monseñor José Antonio Ponte, sexto arzobispo de Venezuela, diputado al Congreso Nacional y ciudadano prominente.
Entre julio y agosto de este año, la Asociación Civil Proyecto Palavecino, dio cuenta del deterioro y el desplome del techo y parte de la fachada de este inmueble declarado Bien de Interés de la Nación por el Instituto de Patrimonio Cultural en 2006, y cuyo mantenimiento obligado por las leyes de la República nunca se ejecutó en las tres últimas gestiones municipales.
A ese respecto, el historiador Taylor Rodríguez García, cronista oficial de Palavecino, manifestó su preocupación por el destino de la infraestructura.
“Hoy a través de las páginas de EL IMPULSO, nos reúne con los vecinos la preocupación del profundo deterioro que sufre la casa de nacimiento del sacerdote José Antonio Ponte Sancinenca, quien vino al mundo en 1832”, anotó.
Manifestó que los cabudareños en profundo agradecimiento por los servicios y aportes culturales de Ponte, le erigieron un pequeño monumento al cumplirse el centenario de su nacimiento, en 1932, frente a la vivienda en donde naciera.
“El prelado también fue educador de primeras y segundas letras, incluso reabrió las instalaciones religiosas de Caracas luego de los conflictos con el Liberalismo Amarillo en el liderazgo de Antonio Guzmán Blanco”, reseñó el cronista.
Se cae el monumento
Rodríguez, recalcó que el pequeño monumento se encuentra en abandono, al igual que la casona.
Describió que la placa-monumento, instalada en 1932, como homenaje al guía espiritual, cumple ya 81 “y está a punto de desmoronarse”.
Acotó que la Alcaldía de Palavecino debe en la brevedad posible gestionar los recursos para recuperar la vivienda -o por lo menos su fachada-, para preservar la memoria histórica de Cabudare que muere de mengua.
Asimismo, dijo que de no concretarse en los próximos meses esa imperiosa acción, “nos veríamos en la necesidad de trasladar ese monumento hasta la sede del templo matriz San Juan Bautista, escenario que ya está conversado con el cura párroco de esa iglesia, quien también ha manifestado su profunda preocupación por el destino incierto de la obra conmemorativa”, plasmó el historiador.
Solicitarán al IPC, que realice una inspección en el sitio, para luego intervengan en el caso, “viendo la posibilidad de que sean los especialistas que retiren la obra de gran valor patrimonial para que sea trasladada a la iglesia, porque sería muy doloroso que se desplomara la casa y hundiera en los escombros el monumento”.
Censo patrimonial
El cronista instó a las nuevas autoridades municipales ejecuten una revisión exhaustiva del patrimonio edificado.
“Las primera semana de enero, la Oficina del Cronista Municipal se pronunciará sobre esta preocupación de manera oficial ante el Despacho del Alcalde y del presidente de la Cámara Municipal”, concluyó Rodríguez.