La vitamina B12 se encuentra en los alimentos de origen animal: almejas, mejillones y ostras la contienen en grandes cantidades. También son excelentes fuentes de vitamina B12 el pescado, la carne, los lácteos y los huevos.
Así pues, las personas vegetarianas que incluyan en su dieta productos de origen animal, aunque sea esporádicamente, no tendrían falta de vitamina B12. Hoy en día se sabe que determinados alimentos vegetales como los fermentados las algas y el polen, que tradicionalmente eran consumidos por vegetarianos estrictos para evitar posibles déficits de B12, contienen esta vitamina en forma inactiva (como precursora de la vitamina B12), de manera que el organismo no la asimila en su totalidad. De todos modos, se trata de alimentos con excelentes propiedades y cuyo consumo es muy recomendable.
¿Y si soy vegano?
Las personas veganas probablemente sean capaces de aprovechar una cierta cantidad de la B12 que incorporan en su forma precursora a través de algunos alimentos y también de la que sintetizan sus propios intestinos.
Aun así, para evitar falta de vitamina B12 se recomienda que en su dieta habitual incluyan productos enriquecidos (cereales, leches vegetales, levadura de cerveza…) y que se realicen análisis de sangre. Además, siempre bajo la supervisión de un especialista, pueden tomar suplementos de vitamina B12 durante unos meses al año.
Un consejo
Si se toman suplementos de B12, lo ideal es aportar, simultáneamente, otras vitaminas del grupo B porque las vitaminas de este grupo actúan de forma sinérgica. Así se evitarán déficits o excesos de algunas de ellas.
En cualquier caso, las personas que ya la padezcan o que sean susceptibles de tener falta de vitamina B12 (tanto si siguen una dieta omnívora, como si son vegetarianas o veganas) deberían acudir a un médico u otro profesional de la salud para que les asesore sobre el modo de evitar o corregir posibles alteraciones.