Rafael Dudamel no lo pensó dos veces para aceptar la oferta del Deportivo Lara y convertirse en el nuevo director técnico de la oncena. No acomete una tarea fácil. Por el contrario, es un reto enorme. Debe sacar de ese atolladero a un equipo rojinegro acostumbrado en los últimos años a estar en puestos de vanguardia y que fue confeccionado para luchar por cosas importantes en la temporada 2013-14.
Sabe que en la plantilla hay los elementos para aspirar a cosas importantes en el venidero Clausura, tanto que desborda optimismo y tiene plena seguridad de que la alegría volverá al camerino y a las tribunas del Metropolitano.
Así se mostró ayer durante su acto de presentación. Convencido, firme, confiado, sin tener la más mínima duda de que hará resurgir al equipo. Y está tranquilo porque cuenta con piso sólido para empezar, llega a un equipo con una nómina repleta de buenos jugadores, que solo necesita algunas adiciones para hacerse más fuerte, equilibrada y competitiva.
“Hay una gran base, no vamos a comenzar de cero”, señaló el exportero criollo, que dejó su cargo como seleccionador nacional sub17 para asumir las riendas del equipo larense, su segundo equipo como entrenador en la primera división nacional.
“Vamos a tratar de darle un buen espacio principalmente a los jugadores juveniles del club, seguir potenciándolos para tener allí una buena base, sumados a ese importante grupo de jugadores ganadores, consagrados, líderes, que tanto le han dado a la institución. Tengo una gran base, contar con José Manuel Rey, contar con Mea Vitali, contar con Suanno, con Maidana, con Pérez Greco, con Liebeskind, con Cáceres, en fin, con una base de futbolistas que permiten tener esa solidez por su experiencia ya es un gran punto de partida”, agregó el yaracuyano, quien hizo parte de su formación en el fútbol menor del estado Lara y que admitió que llegar al equipo crepuscular es una gran felicidad y un sueño cumplido antes de lo esperado.
Dudamel aclaró que no tiene planes de sacar de un golpe a media plantilla. No es su estilo, pero sí quiere exigir el máximo compromiso de sus jugadores, una premisa que transmitirá a los refuerzos que vendrán a la plantilla.
“Hay que trabajar en cambiar la imagen del club. No vamos a contratar a billetazos, no vamos a despilfarrar, nuestros jugadores van a tener lo que se merezcan. Vamos a lograr un equipo competitivo a base de trabajo, vamos a ser muy responsables en ese sentido para que el jugador logre sentir el esfuerzo y la identificación por la institución, que vengan a jugar porque van a estar en un equipo competitivo y sepan que el bienestar económico va a llegar como consecuencia de su trabajo”, destacó.