Las vías de comunicación, como se conocen, han sufrido grandes cambios con el pasar de los años; tal es así, que en el pasado un celular era considerablemente mayor en tamaño, y sus funciones eran escasas y limitadas, lo que hacía que los mismos presentaran un menor gasto de energía y, por ende, los usuarios tenían necesidad de recargar las baterías de sus teléfonos con poca frecuencia.
No obstante, ahora los celulares presentan un tamaño mucho más reducido y agradable tanto a la vista como al tacto, al igual que una amplia gama de funciones y herramientas disponibles como juegos, acceso a redes sociales, reproductores de música y video, cámara de video con flash, algunas más importantes que otras. Sin embargo, esto conlleva a que el consumo energético por parte de los mismos aumente, trayendo consigo la imperante necesidad de recargar constantemente sus baterías.
Basado en esto, Miguel Nesterovsky, ingeniero en Telecomunicaciones de la Universidad Fermín Toro, diseñó el prototipo de un dispositivo capaz de aprovechar los sonidos provenientes de diferentes fuentes a nuestro alrededor, ya sean los producidos durante una conversación, por un instrumento musical o por un aparato electrónico como un reproductor de radio, para convertirlos en energía, mediante un transductor acústico-eléctrico, para la recarga de las baterías de teléfonos celulares. De este modo, se estaría implementando una acción común en una tarea constantemente importante y necesaria.
Apoyándose en la investigación de tipo documental y de campo, el ingeniero estableció una serie de pasos para diseñar, montar y experimentar modelos de antenas sofométricas que permitan convertir la señal sonora en carga eléctrica.
Para ello, inició con la evaluación teórica de los parámetros que determinan la operación del dispositivo conversor de fuentes sonoras en energía, basándose en las características de las fuentes de sonido, así como también en el elemento receptor, considerando el tipo de transductor, directividad, umbral de recepción, nivel de potencia efectivo DC, distribución espacial, acoplabilidad de las partes circuitales, entre otras, para así determinar los tipos de implementos en el desarrollo de las antenas que conformarán el elemento receptor del dispositivo.
En segundo lugar, fueron evaluadas las características del dispositivo conversor de fuentes sonoras en energía DC, para posteriormente realizar una serie de experimentos utilizando bocinas capaces de producir diferentes niveles de vatios de potencia, electrodos multiuso, cables de protoboard, capacitadores, condensadores, micrófonos, conos y diodos, con el objetivo de visualizar parámetros técnicos como la directividad, ganancia, adaptación, polarización, impedancia, área de longitud efectiva, sensibilidad, potencia y nivel de voltaje de salida, y así corroborar la existencia de la adaptabilidad, un amplio umbral de ganancia y recepción, suficiente salida de voltaje e intensidad.
Una vez completado este paso, el Ingeniero Nesterovsky estableció una serie de comparaciones entre los elementos de carga de su propuesta y los estándares de cargadores utilizados como fuentes alimentación para los dispositivos celulares, midiendo parámetros como el nivel de voltaje de salida, nivel de intensidad de salida, tiempo de recarga, y la autonomía de la carga.
Con qué elementos funciona
Este sistema de conversión de energía está basado en dos elementos. El primero es una antena sofométricaomnidireccional que representa el elemento receptor de las ondas sonoras. Para esto, se emplea el uso de un cilindro modificado para albergar 10 micrófonos de capacitador ubicados cada 2,5 centímetros a lo largo del tubo. Esto, considerando que el sonido puede provenir de diferentes fuentes en un mismo recinto.
Por otra parte, el almacenamiento de carga es medido en los capacitores de 6,3 voltios existentes en un circuito de retención, por medio de un multímetro.
A partir de este elemento, la energía es transmitida al dispositivo telefónico.
Sin duda, esta invención originada desde los espacios formativos de la Universidad Fermín Toro, lleva a un nivel mayor el desarrollo de proyectos que aprovechen el sonido u otro tipo de recursos producidos a diario para el beneficio de los usuarios.