Mandela. La mente más esclarecida de los últimos tiempos, un hombre que como Jesús dio muestras de gran sabiduría y humildad, jamás odio a nadie y como Cristo perdonó a sus verdugos.
Su alma noble no albergó resentimientos ni revanchismos, luchó denodadamente por unir dos razas irreconciliables por siglos. ¡Lo logró! Dios, le dio vida suficiente para ver su Patria unida y fortalecida. Hoy, negros y blancos lloran su partida.
Fue ejemplo de probidad y constancia para su pueblo y el mundo (hoy le rinden tributo). Nuestro “Presidente“ lamentó su fallecimiento, decretó tres días de duelo en su honor y le obsequió una réplica de la espada de Bolívar a su nieto; eso está muy bien, pero creo que el mejor homenaje que se le debe rendir a un hombre de esa categoría es seguir su ejemplo, ejemplo de probidad, perdón, reconciliación, amor, sinceridad y lealtad.
Señor Maduro. Si usted aplicara en Venezuela por lo menos el 20% de la sabiduría de ese gran líder, reivindicaría los errores cometidos, por favor olvídese de los Castro, los chinos, el PSUV, las mafias que lo perjudican, del socialismo del siglo XXI, que es una farsa; tome como único guía la doctrina de ese hombre excepcional e inigualable y reconcilie el país, pero… de verdad, sin engaños, golpes bajos ni retaliaciones. Si así fuera, los venezolanos se lo agradecerían eternamente.
¡Amanecerá y veremos!¡Hay un camino!