Las tradicionales misas de aguinaldo, que se acostumbraban a oficiar a las 3 y 4 de la mañana, han cambiado su hora. Y es que la inseguridad no ha respetado ni siquiera la religiosidad del venezolano y a tan altas horas de la madrugada, los delincuentes hacían de las suyas y asaltaban a los ciudadanos quienes se disponían al encuentro en la casa del Señor.
Sin embargo, a pesar de los cambios, desde el 16 al 24 de diciembre, se llevan a cabo en las diferentes parroquias de la ciudad, las misas de aguinaldo, las cuales tienen su origen debido a una solicitud hecha por los obispos de Venezuela a la Santa Sede, para que las misas pudieran oficiarse de madrugada y desde hace 30 años la tradición se mantiene, explicó el párroco Casiano Martínez, padre de la Iglesia Nuestra Señora de la Consolación.
“Debido a las circunstancias distintas que estamos viviendo en el país y sobre todo la inseguridad, han obligado a que las misas de aguinaldo se hagan más tarde, a partir de las 6:30 de la mañana”.
Recordó que las misas de aguinaldo, se llevan a cabo nueve días antes de la navidad del Señor, para preparar a los fieles al nacimiento del Niño Jesús.
“Son misas de mucha solemnidad, con la Virgen María de blanco e interpretando el Gloria, propio de las fiestas”.
Destacó que en estos tiempos, la feligresía acude masivamente a la eucaristía, católicos que continúan con la práctica de las misas de aguinaldo, que los prepara para las navidades.
Durante la novena misa de aguinaldos a las 6:30 am, se realizará la procesión con el Niño anunciando su nacimiento mientras que posteriormente a las 8:00 de la noche se llevará a cabo la misa solemne por el nacimiento de Nuestro Señor y Salvador. Esta misa, anteriormente llamada “Misa de Gallo”, se oficiaba a la media noche, cuando realmente se dice que nació el Niño Dios.
Para el 25 de diciembre al medio día y al finalizar la tarde, se celebrará la misa de la natividad del Salvador, se cantarán aguinaldos y se reunirán las familias luego de las festividades.
“Esperamos que los católicos sean consecuentes con sus creencias. Aquel que no celebre la navidad del Señor deja mucho que desear, podríamos calificarlo de mediocre. Así que cumplamos con acudir a la iglesia, juntos en familia”.
Las festividades de la navidad, con la llegada del niño Dios, son una tradición en todos los pueblos cristianos.