Luego de cinco semanas de deuda por parte de la saliente gestión administrativa de la alcaldía de Iribarren, los cisterneros del llenadero San Juan realizaron acciones de calle en las inmediaciones del Palacio Municipal, donde estacionaron sus vehículos a lo largo de la carrera 17 a fin de obstaculizar el tráfico y ejercer presión por la justa remuneración de su labores.
La actividades de los transportistas iniciaron desde las cinco de la mañana de este lunes, cuando establecieron una asamblea general en función de acordar las medidas de protesta.
Luego de un consenso general, por decisión unánime, acordaron trancar las inmediaciones del edificio municipal.
“La anterior alcaldesa se fue y nos dejó el pelero. Es una falta de respeto ante nosotros, quienes somos los responsables de llevar el sustento al hogar”, expresó José González, vocero de los cisterneros de San Juan.
Este colectivo agrupa a más de 170 transportistas del vital líquido, que surten a 520 comunidades de la zona norte del municipio Iribarren.
Por este motivo, González considera que este problema también perjudica a miles de familias que son beneficiadas por el suministro gratuito del agua potable.
“Es necesario que se tomen cartas en el asunto para que podamos distribuir el líquido a todas las comunidades que dependen de este servicio. Si no se cancela a tiempo, los ciudadanos de la zona norte de la ciudad también protestarán por la falta agua”.
Constantes manifestaciones
José Gregorio Aguiar, representante del colectivo, declaró que constantemente han tenido que protestar para poder cobrar. En lo que va de año, los transportistas han organizado acciones de calle en cuatro oportunidades.
“Agotamos nuestra paciencia porque nuestro sueldo no nos alcanza por la actual inflación, hemos cumplido con las normas de sanidad y mantenemos en buen estado los camiones; por eso no es justo que nos traten de esta manera”, reclamó.
Acuerdo preliminar
Tras una reunión sostenida entre voceros del colectivo y representantes de la administración de la alcaldía, acordaron un cronograma pago fraccionado, el cual consiste en la cancelación de tres semanas para hoy y las dos restantes para el viernes.
De no recibir respuestas satisfactorias a los acuerdos, los manifestantes paralizarán sus actividades de manera indefinida y organizarán nuevas jornadas de protesta.
Por otra parte, anunciaron que solicitarán una reunión con el alcalde electo Alfredo Ramos, con el objeto de articular funciones que permitan un adecuado sistema de pago.
