Hace 19 años Elías David Querales Guzmán trabajaba en obras de teatros en las comunidades que dejaban un mensaje de vida a sus espectadores.
En medio de tantas presentaciones la organización Cecocesola, invitó a su grupo para a que hicieran una obra de teatro en la que enseñaran a las comunidades a cómo sacarle mayor provecho a las hortalizas.
Querales dice que la propuesta fue un reto porque nunca habían hecho una presentación que les enseñara al público beneficios nutricionales. “Era algo nuevo para nosotros, pero igual empezamos a trabajar y logramos montar la obra”.
Cuenta que los socios de Cecocesola les pidieron que siguieran haciendo las obras para las comunidades y les facilitaron un espacio en la feria de la comida de Barrio Unión. Allí fueron montando las piezas teatrales, siempre con un mensaje educativo para las comunidades. Luego de ocho meses los socios de la cooperativa les propusieron que se dedicaran a la venta de frutas, que ellos los apoyarían. “Empezamos a comprar las frutas en los campos y las traíamos a los galpones, nos fue bien, pero luego vimos que frutas como el durazno llegaban el viernes tiernitos, pero cuando amanecía el sábado y domingo estaban aguados, a la gente no le gustaba comprarlos así y a veces se perdían”.
Comenzaron a darle vueltas al asunto, hasta que decidieron que en vez de vender la fruta, ofrecerían al público la pulpa, así no correrían el riesgo de que los frutos se pudrieran y al mismo tiempo ofrecerían al público un producto de alta calidad a precios solidarios.
El éxito fue tal que de 100 kilogramos al día que procesaban hace más de 10 años atrás, actualmente procesan mil por día, es decir, 5 mil a la semana. “Se dice fácil, pero atravesamos muchos obstáculos para llegar a la producción que tenemos en la actualidad, primero construimos una despulpadora rudimentaria con materiales de reciclaje porque no teníamos dinero para comprar una, luego adquirimos una pequeña, hasta que después compramos una más potente para ampliar la producción.
La Asociación Cooperativa Grupo Etna, procesadora de pulpa de fruta a la que pertenece Elías Querales ganó este año el primer lugar del Premio Citi en la categoría de producción. “Es un apoyo muy grande el que nos brinda esta organización, es un impulso que nos hace comprometernos más con nuestros clientes para ofrecerles mejor”.
En la actualidad la organización comercializa la pulpa de más de 20 frutos y ha creado cocteles de pulpa como el tomate de árbol y fresa o el lulo colombiano que son algunos de sus productos exclusivos en Venezuela.
“Nosotros pudiéramos vender al mayor, pero creemos que lo más importante es el bien común, por eso vendemos al detal en Barrio Unión, el medio kilo a 15 bolívares, por cada medio kilo de pulpa le garantizamos a nuestros clientes 5 litros de jugos”.