Firefox 26 hará su debut en el canal estable a lo largo del día. Será la última entrega del navegador de la Fundación Mozilla por este año. En esta versión el foco principal va dirigido hacia los plugins, que quedarán bloqueados por defecto.
Salvo Flash, requieren la intervención del usuario para su activación mediante la función click-to-play. Este es el comportamiento de entrada, aunque se puede cambiar para cada plugin de forma individual.
Facilidades de instalación en cuentas restringidas (Windows)
Los usuarios de Windows verán que ya no es necesario disponer de permisos de escritura en el directorio de instalación de Firefox, aunque para ello es necesario el software Mozilla Maintenance Service. Esto resuelve el problema de instalación para las cuentas de usuario con permisos restringidos.
Hasta ahora, las cuentas restringidas no podían acceder a la actualización del navegador hasta que un usuario con permisos bastantes la realizaba, suponiendo un problema de seguridad. Si el servicio Mozilla Maintenance Service se está ejecutando en el equipo, ya no se presentará tal inconveniente.
Firefox 26, otros cambios
En Windows XP, Firefox 26 cuenta ahora con soporte nativo para descodificar MP3, y los de Linux disponen de soporte para el formato de vídeo H.264 (requiere gstreamer). En otro orden de cosas, ahora el gestor de contraseñas es compatible con campos de contraseñas generados mediante secuencias de comandos y la implementación CSP (Content Security Policy) soporta múltiples políticas.
Para desarrolladores
Para desarrolladores, las novedades que van a encontrar son, entre otras, marcadores sociales en la API Social, soporte para la propiedad de orientación de imágenes CSS y el nuevo Firefox OS App Manager para depuración y prueba de aplicaciones basadas en HTML5, tanto en Firefox OS como con Firefox OS Simulator.
Función click-to-play en detalle
En cuanto a la activación de la función click-to-play por defecto, significa que en cada ocasión que visitemos un sitio web que requiera el uso de plugins, quedará bloqueado por defecto (salvo Flash), debiendo permitir su ejecución si el sitio nos ofrece confianza.
Este comportamiento se puede cambiar para cada plugin individual introduciendo en la barra de direcciones del navegador about:addons, o accediendo desde el menú al Administrador de complementos. Localizamos el plugin sobre el que deseamos la modificación y dependiendo del tipo de plugin, podemos elegir entre “Preguntar para activar”, “Activar siempre” o “No activar nunca”.
Esta medida de seguridad tiene el contrapunto de la incomodidad que supone tener que activar cada plugin sobre demanda, o entretenerse un tiempo configurando el comportamiento para unos cuantos. Para un usuario medianamente familiarizado con el navegador no representa mayor inconveniente, para el usuario más novato la cosa cambia.
No existe el equilibrio perfecto entre comodidad y seguridad. Dada la filosofía de Firefox, se ha optado por lo segundo y es lógico. Los plugins han supuesto históricamente una amenaza, sobre todo cuando no están actualizados, y este es un mecanismo para atajar en parte el problema.
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