La libertad y la democracia son temas de suma importancia para la sociedad venezolana y deben ser conocidos, divulgados y valorados por todos los ciudadanos, asegura Rafael Alfonzo Hernández, presidente del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice-Libertad), apegado siempre a los principios de esta institución.
Advierte que las palabras “Libertad”, “Venezolano” y “Ser Humano”, no aparecen por ningún lado del Plan de la Patria, por cuanto su meta es la “Economía Socialista” que subordina el individuo ante los intereses del Estado.
Considera el Dr. Hernández, que la regulación de precios tiene un efecto contagio en muchos otros aspectos, haciendo siempre necesaria mayor regulación. Desmintió que los empresarios estuviesen ganando márgenes del 300%, ya que al momento de calcular el beneficio tienen que tomar en cuenta los costos asociados (mano de obra, arrendamiento, servicios) y no sólo el precio de compra del bien. Afirmó que hay costos no cuantificables que el gobierno y el ciudadano común olvidan pero que el empresario no, tal es el caso del riesgo que éste asume y que no todos los agentes económicos están dispuestos a asumir.
Define a un buen empresario como aquel que produce mucho y logra satisfacer las demandas del mercado. Para él, Venezuela surgirá como un gran país en el momento que se atreva a definirse como capitalista, un país de progreso, de mejora, de capacidades aumentadas y oportunidades, no como una segunda Cuba.
Enfatizó que la sociedad venezolana se encuentra aislada en sus problemas individuales como lo son las colas, los asesinatos y que esas condiciones también significan de alguna manera un arrebato de dinero por parte del Estado en términos de costo de oportunidad, el tiempo que pierden en cola podrían utilizarlo para trabajar y el dinero que se pierde en seguridad podría ser invertido en mejorar la producción nacional.
También mostró preocupación al percibir la adecuación a la pérdida de la libertad que sufre la sociedad venezolana, lo que la convierte cada vez más en una sociedad menos responsable y con menos derechos.
Exposiciones contundentes
Alfonzo hizo esas afirmaciones durante el Foro “Libertad y Democracia” Hacia dónde va Venezuela ¿2014 annus horribilis? ¿Sumisión, Controles? ¿Libertades Ciudadanas?, organizado por Cedice, en el cual también participaron como expositores: Alfredo Padilla -en representación del Movimiento por la defensa del patrimonio familiar-, Isabel Pereira- autora de “La quiebra moral de un país” y directora de Políticas Públicas de Cedice- y Maxim Ross -economista, director del Centro de Estudios de la Economía Venezolana de la Universidad Monteávila.
Padilla, en su presentación, afirmó que toda economía “roja” (refiriéndose a economías controladas) produce mercados negros y en el caso venezolano, “matracas”. Infiere que la matraca se convierte para los empresarios en un costo invisible que no pueden declarar pero deben pagar. Condenó que este hecho sea público y notorio, lo cual habla muy mal del ordenamiento económico nacional, especialmente cuando son las fuerzas de la ley las que la aplican. Esto, considera ha llevado a la sociedad venezolana a formar un ecosistema de sobornos que termina creando lo que definió como una “Economía del delito”.
Como representante del movimiento por la defensa del patrimonio familiar llamó a solidarizarse con el pequeño empresario popular que también se convierte en doliente de políticas represivas por parte del Estado y los frecuentes ataques por parte de colectivos armados adeptos al gobierno. Su frase más notoria con respecto al tema fue que “la economía es un problema que también afecta de la cintura para debajo de la sociedad” refiriéndose a los pequeños y medianos empresarios.
Recalcó la demagogia del gobierno y su afán totalitario al recordar que en 2012 fue aprobada una ley que sustituye “economía pequeña” por “economía popular”, al mismo tiempo que recordó al presidente de la Asamblea Nacional diciendo “Usted fue electo para hacer cumplir el Plan de la Patria”.
Para hacer frente a esta situación, propuso organizar a toda la cadena de producción de cada sector que tiene dolientes tanto a nivel de productores, grandes distribuidores, pequeños comerciantes y consumidores. Afirmó que con esto se lograría ampliar el número de voceros que le expliquen al resto del país lo que se está viviendo y cómo puede empeorar.
Por su parte Maxim Ross, basó su presentación en la obra de Friedrich von Hayek “Camino a la servidumbre”, asegurando que allí se explica la ruta hacia el totalitarismo que es la que está transitando actualmente Venezuela. Señaló que la ruta revolucionaria es mucho más sencilla de defender desde el punto de vista retórico porque invita al oyente a pensar en una utopía, donde de un momento a otro la sociedad pasará a ser armoniosa y el hombre dejará de serlo para ser “el hombre nuevo”. En contraste, el liberalismo propone un avance certero, incremental y escalonado, es decir poco a poco. Afirmó que en este momento, lo que está en juego es la persona humana, ya que se pretende destruirla para imponer un esquema representado en la famosa frase de Fidel Castro “Dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada”, lo cual termina por destruir la individualidad del ser humano y a la persona humana como tal.
Advirtió que lo peligroso es que estos conceptos no sólo exigen subordinarse al Estado sino también a un grupo reducido de personas que buscan controlar a toda la sociedad.
La Dra. Isabel Pereira hizo énfasis en el análisis del recién promulgado Plan de la Patria 2013-2019, afirmando que las palabras “Ser Humano”, “Venezolano” y “Libertad” no aparecen por ningún lado. Sobre la “Economía Socialista”, identificó que poco de social puede tener una economía donde se imponga un monopsonio (un solo comprador) a las importaciones nacionales. Esto haciendo referencia al plan del Estado en el que pretende centralizar las importaciones nacionales.
Acerca de la consolidación del “País potencia”, se refirió a esto como un imposible en la medida que Venezuela ni goza de democracia ni de libertad. Con respecto a la “multipolaridad”, recordó que en comunismo las demás opiniones son reprimidas y por ende no existe multipolaridad. Por último respecto a la “Paz planetaria” dijo que sólo era una añadidura más a la fantasía que presenta el plan, el cual sólo busca convertirse en medio para la represión y el control.
Reprochó que algunos voceros democráticos señalen que este régimen ha pagado la deuda social que se tenía con los pobres, ya que en realidad lo único que se ha hecho es crear mayor dominación sobre la base de los subsidios y repartos.
