Los Bravos de Margarita, apoyados en una sobresaliente actuación monticular del derecho Carlos Monasterio, superaron a los Leones del Caracas 2-1, en un emocionante encuentro, de pocos batazos y gran desempeño de los lanzadores, disputado en el estadio Nueva Esparta del sector Guatamare.
La novena insular, dirigida por Marcos Davalillo, continúa en la última casilla de la tabla, pero ahora a diferencia de cuatro juegos. Al ganarle a un rival directo -Caracas, ocupante del quinto lugar- descontó en un partido la desventaja.
Monasterio, en su mejor trabajo de la temporada, permaneció seis episodios en la lomita y permitió apenas un indiscutible, con ocho carabineros fusilados. Entregó dos boletos, ambos en un sexto episodio en el que confrontó problemas, pero del que salió bien librado.
El abridor margariteño contó con la ayuda de los relevistas Silfredo García y Luis Ramírez, encargados de preservar su ventaja. El último de los dos nombrados permitió un jonrón que recortó la diferencia en el octavo episodio, pero se recompuso y mantuvo la diferencia para apuntarse su segunda rescate del torneo. El registro de Monasterio quedó en 2 y 4 y su efectividad bajó a 4.64.
La derrota cayó en la cuenta del también derecho Armando Galarraga, responsable de dos carreras en cuatro y dos tercios, en lo que fue una buena salida, manchada por un estacazo de Wilmer Flores que marcó diferencias. El abridor del equipo melenudo terminó con siete abanicados.
El estacazo de vuelta entera conectado por Flores ocurrió en el tercer episodio, cuando el jardinero Junior Sosa corría en la inicial por boleto. El batazo puso las cosas 2-0 y la ventaja fue suficiente para un Monasterio que lució muy dominante y apenas confrontó situación adversa en el sexto, cuando su brazo presentaba cansancio.
Ocho entradas tardó Caracas para mover la pizarra y lo hizo en el octavo con un jonrón solitario de Gregorio Petit, leñazo que le dio emoción al encuentro, pero fue el único daño que pudo hacer el equipo capitalino ante el alzado pitcheo margariteño.