Por cuarta ocasión, vecinos de los caseríos Camburito, La Danta, Las Guacas y El Gallo en Crespo, recibieron una mano amiga en Navidad.
El programa Somos Venezuela, el grupo EcoRutas 4WD y la Agropecuaria La Amareña entregaron valiosos donativos a más de 150 familias que habitan en zonas retiradas del municipio.
La solidaria alianza permitió que recolectaran juguetes, útiles escolares, ropa, zapatos, alimentos y medicinas.
Cientos de larenses se ganaron a la iniciativa que reparte alegría en aquellas comunidades donde la gente es trabajadora, vive del conuco y carece de algunos servicios básicos.
No tienen agua potable, ni cloacas. Tampoco vías asfaltadas, en consecuencia el acceso a los caseríos es posible sólo en vehículos doble tracción.
El medio de transporte de esas familias es el burro, aunque la moto está desplazando esa tradición de generaciones.
El costo de traslado en moto hasta Pico Pico, el sector más cercano a El Eneal, ronda los 150 bolívares. En momentos de emergencia, cabezas de familia deben pagar esa tarifa, pese a sus ingresos que no llegan al salario mínimo.
La electricidad llegó en 2010, luego de contar con la asesoría y el aporte de Mesa de Energía, en Caracas, a través de un consejo comunal que debe renovarse en los próximos meses.
Y gracias a la lucha vecinal, recibieron tanques, aporte que ha contribuido a la baja de enfermedades por contaminación del agua.
Los centros de salud asistenciales más cercanos están a cinco horas caminando, anualmente se registran decenas de casos de leishmaniasis y parasitosis.
Los niños solo culminan la primaria, en la pequeña pero cuidada Unidad Educativa Saturno Suárez, donde tres maestros enseñan con amor a los más pequeños.
Sin embargo, los vecinos piden la creación de un liceo para que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de prepararse académicamente.
Es mejor dar que recibir
60 voluntarios participaron en la actividad celebrada el sábado en La Danta, a poco más de tres horas de El Eneal.
En 20 camionetas todo terreno se trasladaron los obsequios de colaboradores preocupados por las condiciones de aquellos sectores que, según los propios vecinos, están al olvido de las autoridades locales.
“Ayúdanos a regalar sonrisas” fue la consigna levantada en la jornada marcada por la gratitud y el afecto.
“El país requiere del apoyo de todos. Aquí hemos logrado la orientación y educación de los pobladores, es poco porque no tenemos esa infraestructura gubernamental que permitiría alcanzar cosas mayores, pero tratamos de entregar artículos que pudieran dignificar la vida de estas personas”, comentó el periodista Fernando Martínez, del programa de radio y televisión Somos Venezuela.
“Siempre damos un toque de alegría a los que están apartados de la ciudad y tienen demasiadas necesidades. Hemos llegado a donde otros no llegan. Es lastimoso ser testigo de la realidad de Camburito, La Danta, Las Guacas y El Gallo.
La Alcaldía de Crespo ha hecho caso omiso a nuestras invitaciones. Pero la sociedad civil se entrega de corazón sin esperar nada a cambio”, declaró Oscar Parra, fiel colaborador de los caseríos.
El próximo año los aliados esperan beneficiar otros sectores de la región.