“Esperamos que el alcalde Alfredo Ramos se ponga a trabajar inmediatamente para resolver el problema de la basura que tiene inundada a Barquisimeto y podamos tener unas Navidades limpias”.
De esa forma se expresó un ama de casa de la parroquia Unión al ver al reportero gráfico de EL IMPULSO tomando fotos de uno de los numerosos promontorios de desperdicios cerca de su casa.
Pero esa indeseable situación no sólo se presenta en la parroquia Unión sino también en Juan de Villegas, Juárez, Catedral, Santa Rosa, Concepción y todas las del municipio Iribarren.
Además, no se trata de algo nuevo pues desde hace algún tiempo los habitantes del municipio han venido denunciando el serio deterioro que experimenta el servicio de aseo urbano y domiciliario.
Para comenzar, resulta injustificable desde todo punto de vista que una ciudad como Barquisimeto, con más de un millón de habitantes, incluyendo las parroquias foráneas, no disponga de los suficientes camiones compactadores para la recolección y traslado de los desechos sólidos hasta el vertedero de Pavia.
Para resolver en parte el problema, desde la alcaldía de Irribarren han venido recurriendo últimamente a camiones volteos de particulares, no adecuados para ese tipo de traslado, que van dejando caer en su traslado las bolsas negras y todo tipo de desperdicios, especialmente en la Circunvalación Norte, llegando incluso a provocar accidentes automovilísticos.
La colectividad barquisimetana espera que el nuevo alcalde cumpla su ofrecimiento inaugural de resolver ese grave problema que le ha venido afectando y es la herencia dejada por la administración saliente.