El entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, recibió con tranquilidad su primera derrota en el club bávaro, siendo ésta, además, una buena forma de tener los pies en el suelo después de la multitud de elogios recibidos.
«Habéis leído bien: el Bayern ha perdido DE VERDAD, no es un error de impresión», tituló el cotidiano Bild este miércoles, el día después de la derrota en casa sufrida contra el Manchester City (2-3).
Luego de 10 victorias consecutivas en Liga de Campeones, todo un récord, y una serie en curso de 40 partidos sin conocer la derrota en Bundesliga, nadie creía que el Bayern fuera capaz de caer derrotado en su feudo, máxime ante un conjunto inglés con muchas bajas importantes.
El equipo que, según la prensa alemana, encarna un «nuevo tipo de perfección», se confió y pareció dejar de jugar después de ponerse 2-0 tras un cuarto de hora, abriendo así una vía para la esperanza de los ‘Citizens’.
«Nos hemos tomado las cosas demasiado a la ligera. Después de ponernos por delante todo el mundo ha bajado un peldaño», constató el medio ofensivo Thomas Müller.
«En este momento, tenemos mucha confianza en nosotros mismos y después de ponernos 2-0 pudimos pensar ‘bueno, ahora, ¿qué podría salir mal?’ Y, al final, perdimos 3-2», añadió.
«El Manchester es como un boxeador que se tambalea, simplemente nos ha faltado noquearle», resumió el presidente Karl-Heinz Rummenigge.
La última derrota del Bayern de Múnich en la máxima competición continental se remontaba al mes de marzo, cuando cayó ante el Arsenal en el encuentro de vuelta de los octavos de final (2-0). Ese fue, también, el último choque que perdieron en su campo entre todas las competiciones.