Otro cierre con susto. De estar arriba por diferencia de siete carreras, Cardenales de Lara pasó a un escenario dramático en el noveno episodio, con dos hombres en circulación y el empate en el plato, pero el zurdo César Jiménez encontró el lanzamiento para dominar a Lew Ford y la tropa de Pedro Grifol aseguró una importante victoria 8-5 sobre Navegantes del Magallanes en el José Bernardo Pérez.
El out final fue con dramatismo. Ford conectó una línea profunda por el jardín izquierdo, a centímetros de la barda, pero Joe Thurston, a gran galopada, corrió hacia atrás para atrapar la pelota y devolver la tranquilidad a los suyos.
Parece un mal de nunca acabar eso de ganar los partidos con una cuota de angustia. Es como transitar en un campo minado. El sufrimiento no fue esta vez en el séptimo episodio -en el que se suelen derrumbar los relevistas- sino que llegó en el cierre. Carlos Vásquez recibió la bola con una ventaja de siete carreras, pero no pudo sacar un out, como tampoco pudo el importado Deryk Hooker. Cuatro anotaciones hizo Magallanes en ese noveno acto, pero Jiménez, sin ser dominante como en otras faenas, se las arregló para sacar los tres outs finales y resguardar la victoria 23 para los pájaros rojos en la campaña.
Se resguardó -era lo más justo- una gran tarea del lanzador nicaraguense Erasmo Ramírez, en otra de esas apertura de calidad. El lanzador de los Marineros de Seattle en las mayores es el pitcher de más cartel en la actual liga criolla y lo demuestra con cada salida. Anoche se lució con seis entradas en blanco y fue actor clave en la conquista frente a Magallanes, un rival al que se le ha tomado la medida en los últimos juegos y que ha servido para tomar bocanadas de oxígeno cuando se transita por caminos difíciles.
Le conectaron apenas tres hits a Ramírez, que ofreció un recital e hizo lo que quiso con la batería turca.
El respaldo ofensivo para la labor del nicaragüense llegó del bate de Mike Moustakas. El estadounidense largó un cuadrangular de dos carreras que le dio la ventaja a Ramírez y le permitió abandonar el morrito con la decisión favorable en su bolsillo.
Fue clave el estacazo de Moustakas, pero también lo fue un doble de dos anotaciones del experimentado Tomás Pérez en un octavo episodio que a la postre terminó siendo decisivo, porque Lara logró un racimo de cinco rayitas y tomó un colchón importante que le sirvió para aguantar la embestida postrera de Magallanes.
Sigue Lara en la lucha por los puestos que dan acceso a la postemporada. Está a medio juego del quinto lugar, al asedio de Leones y Tiburones de La Guaira, que están al alcance.
Estacazo y ventaja
Un duelo de pitcheo se registró en los tres primeros episodios, pero Moustakas terminó con el dominio del abridor magallanero gracias a su segundo bambinazo de la campaña. El 2-0 era suficiente ventaja para un Erasmo Ramírez imbateable. Llegó una tercera anotación que le dio más ventaja a los pájaros rojos en el séptimo episodio y que le daba más holgura al relevo para encarar su tarea.
El dominicano Jesús Colomé sacó en blanco el séptimo y Néstor Molina, aunque recibió una, hizo la tarea. Cuando Molina llegó al morrito, la ventaja era de 8-0, porque Cardenales había estirado con el racimo en el octavo, comandado por el citado Tomás Pérez -un doble que se convierte en su cohete 981 en la pelota criolla-, Jairo Pérez, responsable de otro tubey de una carrera, Anderson De La Rosa y Thurston.
Luego vino el referido sufrimiento del noveno episodio, pero, tras el vaporón, recuperó la alegría, Lara volvió a ganar, continuó con su ritmo ascendente, y parece estar encaminado a situarse en la zona de privilegio. Gran victoria, frente a un Magallanes con el que se disfruta cada conquista. Ahora toca desplumar a las Águilas, otro de sus rivales directos, en los dos juegos pautados en el parque barquisimetano.
