El sector industrial venezolano está listo y dispuesto, en cualquier circunstancia, a conversar, a dialogar y participar el cualquier escenario, que tenga como objetivo la mejora de la participación del sector en la economía, como un medio para incrementar el bienestar de los venezolanos.
El planteamiento lo formula el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Eduardo Garmendia, ante las últimas declaraciones de altos voceros del Gobierno, incluyendo al Presidente de la República, quien ha expresado que está evaluando hacer un llamado a los distintos sectores del país para tratar de resolver los grandes problemas nacionales.
-No nos negamos ni nos vamos a negar nunca a participar en un diálogo con el Ejecutivo, en el momento en que lo considere necesario, creemos que debería ser lo más pronto posible, porque la situación que está viviendo la economía, comparativamente con el trimestre anterior, tiende a desacelerarse y estimamos que los resultados del cuarto trimestre, no serán mejores, dijo Garmendia.
Considera Garmendia que este diálogo entre el sector empresarial y el Gobierno, es necesario porque este país es de todos, y todos tenemos que estar comprometidos en mejorar la situación.
Recuerda Garmendia que el país está comprometido, de acuerdo con su participación y por ser miembro de la Organización Internacional del Trabajo, a la creación de una Comisión Tripartita, en donde estén presentes los trabajadores, empresarios y el Gobierno. Debería se un punto de atención del Ejecutivo realizar una gran consulta, para analizar la situación actual y tomar las decisiones que pudieran tener sustentabilidad a largo plazo y que corrijan muchos de los problemas que hoy, la población en Venezuela, está padeciendo.
Por otra parte, en cuanto a las últimas medidas adoptadas por el Gobierno, y que permitirán a las personas naturales importar automóviles, Garmendia advierte que cada vez que el Ejecutivo toma decisiones autorizando las importaciones de productos terminados, esto preocupa a la industria nacional, porque ello significa una disminución de las posibilidades de fabricación en el país.