Los abuelos y las abuelas son figuras muy importantes dentro del núcleo familiar. Se dice que el amor de estos maravillosos seres humanos es doble. Si fuese una fórmula matemática serían unos padres al cuadrado. Tan solo la palabra abuelo es sinónimo de refugio, protección, cariño, bondad, nobleza. Son mediadores y hasta cómplices de las travesuras de sus nietos. Siempre tienen una historia, un consejo o cuento para los más pequeños.
Las vivencias y ese compartir único con los abuelos sustentan el decimotercer Concurso de Literatura Infantil Un cuento para la Ceiba del Ateneo de Cabudare.
En el certamen, que se realiza en homenaje a los 23 años del Programa de Creatividad Infantil Contemos bajo la Ceiba, participaron 340 niños de 25 escuelas del municipio Palavecino, de 5º y 6º grado. Quince se alzaron con el reconocimiento.
Son los ganadores Leonardo López (Colegio José Gregorio Bastidas), Krismar Alvarado (Don Vicente Amengual Villalonga), José Gregorio Quero (Escuela Cristóbal Palavicini), Adrián Chaviel Muñoz (Colegio Salto Ángel), Daniel Azuaje (Colegio Curimagua), Kenia Álvarez (Escuela Catalina de Romero), María Victoria González (Colegio Americano), Oriana Pérez (Escuela Catalina de Romero), Yared Ramírez (Colegio Curimagua), Víctor Hernández (Escuela Agua Viva), Ariana Alvarado (Escuela Don Vicente Amengual Villalonga), Jhoel Vivas (Colegio Salto Ángel), Bárbara Díaz (Escuela Valmore Rodríguez), Nahomy Briceño ( Escuela Pedro Gual) y Noraima Álvarez (Escuela Catalina de Romero).
El jurado que calificó los relatos lo integraron las docentes Yelitza Peraza, encargada de la Biblioteca de la Escuela Vicente Amengual; Lorena Mujica, encargada de la U.E Cabudare; Mharyha Morales, narradora oral escénica; Ely Alba Bracho, coordinadora de Proyectos de la Escuela del Ateneo de Cabudare y Ana Magaly Bracho, coordinadora de Desarrollo Infantil del Ateneo de Cabudare.
En visita a este rotativo centenario, pudimos compartir con los protagonistas de esas historias fantásticas en honor a los abuelos. También conversamos con Ana Magaly Bracho sobre los detalles del concurso.
-¿Por qué surge el tema de los abuelos?
-Es importante para nosotros tener un libro sobre esas experiencias, anécdotas y energía tan especial que produce un abuelo, así como su influencia en el desarrollo de un niño. La presencia del abuelo es fundamental. Los abuelos guían, enseñan, protegen. Tener a los abuelos es una bendición en la formación de cualquier ser humano. Con esta iniciativa resaltamos el valor de los abuelos en la familia y en la sociedad.
-¿El talento de los niños, los cuentos?
-Hay cuentos buenos, hay niños con mucha creatividad, buena ortografía, secuencia, estructura.
-¿Cuál es la premisa del Ateneo de Cabudare?
-Que la familia y la escuela tomen en serio el valor de la lectura. Una hora de lectura diaria es beneficiosa para el crecimiento de los niños porque, al entender lo que leen, pueden comprender todos los temas del día tras día. Eso los motiva a escribir. El concurso es una forma de hacer la lectura atractiva, la lectura es un gusto, no una imposición. Al leer somos libres. Ese es nuestro objetivo, que los niños sientan gusto al leer. Incentivamos igualmente a los maestros, a que se responsabilicen y tomen conciencia al respecto.
-¿Cómo es la recepción?
-Tenemos bastante recepción en las escuelas y colegios. Ya es una actividad dentro de la agenda escolar, es muy satisfactorio ese apoyo que nos brindan las instituciones.
-¿Qué representa para ustedes, año tras año, emprender este concurso?
-Cada año es un reto porque hay que escoger muy bien el tema, que les guste a los niños, que sea atractivo también a las maestras para que nos ayuden en el caso. Cada año variamos las herramientas para asesorarlos bien. Lo hacemos con mucha responsabilidad y cariño porque sabemos que la lectura es un ingrediente muy importante.
-¿Es difícil lidiar con la tecnología?
-Sí, es bastante fuerte, por eso les pedimos a los niños que escriban sus cuentos de su puño y letra. Lo pueden ilustrar y descubrir que sí pueden hacerlo con sus manos. Eso hace que no olviden esta experiencia porque en la lectura está el éxito.
-¿Cómo repercute este certamen en sus vidas?
– Hemos hecho un seguimiento y hay niños que continúan escribiendo cuentos, otros poesía, incluso canciones. Otros siguen visitando el Ateneo. Sembramos una semilla que luego se desarrolla en cualquier disciplina del arte. El Ateneo es para los niños, para la familia. Les brindamos las herramientas necesarias para su educación.
-¿Qué recibirán los niños ganadores?
-Los niños tendrán una tarde de diversiones. Primero iremos al Museo de Barquisimeto, la Casa Grande de todos los larenses. Visitaremos las diferentes exposiciones, entre otras sorpresas.
-¿Proyectos para el concurso?
-Queremos abrir una página de cuentos, en la que se publicarán los cuentos de otros certámenes ya editados y los que vienen en camino. Estamos buscando un auspicio para ello. Ya son trece ediciones del concurso y ese es nuestro sueño, mostrarlos en una página web.