Son numerosas las obras prometidas, retrasadas o paralizadas en el curso de los últimos catorce años en el estado Lara, pero todo eso se debe a que ha imperado la improvisación y que no ha habido un verdadero programa de ejecución, según la opinión de Pedro Pablo Alcántara, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo y ex diputado de la Asamblea Nacional.
En base a un estudio del Dr. Orlando Zamora, asesor financiero, Alcántara indicó que en el 2005, el presidente de la República anunció en cadena de radio y televisión la construcción de la vía férrea Barquisimeto-Carora-Maracaibo con una longitud de 300 kilómetros, a un costo de 300 millones de dólares. Para que una obra de esta magnitud sea realizable debe tener previamente un estudio de impacto económico.
Era posible si hubiera en ese trayecto agricultura intensiva y extensiva, agroindustria e industrias. No hay ningún plan que articule estrategias económicas entre Zulia y Lara.
En el 2008 se anunció la reconstrucción de la línea de transmisión de 115 kilovatos Manzano-Quíbor-Tocuyo, cuya culminación fue ofrecida para el mismo año. Conviene señalar que el gobierno tenía desde 1999, en el despacho presidencial, una estimación de las necesidades de expansión y desarrollo del sistema eléctrico nacional. Pero, el Ejecutivo Nacional creía que eso se estaba haciendo como un plan de aprovechamiento de recursos, destinado a generar ganancias para quienes hicieran los trabajos de orden técnico. En consecuencia, ni se aprobaron los planes que el propio componente oficialista de campaña le presentó a Chávez como una necesidad perentoria.
Cuando en el 2001 se dio el gran debate sobre la situación eléctrica en el país, aparecieron los primeros presupuestos en los años 2002 y 2003, pero fueron desviados para proyectos ilusorios como el eje de desarrollo del sur, el cacareado Apure-Orinoco, que tampoco se desarrolló.
En Venezuela, la falta de ejecución de obras por parte del gobierno tiene una explicación: primero, profundo desprecio por la obra planificadora de gobiernos anteriores; y segundo, el presidente de la República tomaba decisiones de ejecución de obras en su programa de los domingos, bajo súbitas inspiraciones que él tenía en esos momentos; pero, no porque estuviesen disponibles estudios de factibilidad, que permitieran tomar decisiones con sentido común.
En consecuencia, el sector eléctrico nacional sólo ha tenido un programa de inversión, que se reduce a la compra de chatarra china desincoporada después de la apertura de la represa Las Tres Gargantas, que se construyó en aquel país en el año 2010
Del plan de termoeléctricas, estimado para el año 1999, se instalaron dos plantas, las cuales están inoperantes: una en Cabudare y la otra, Josefa Camejo, en Paraguaná, estado Falcón.
Entre las obras paralizadas se encuentra el terminal de buses de Barquisimeto. Esta obra estuvo vinculada a la ruptura de relaciones entre el Ejecutivo Nacional y el gobernador Henri Falcón. Y quedó en el aire la Ciudad Judicial, que fue anunciada durante la gestión del magistrado Luis Velásquez Alvaray.
