Esta es una afirmación del Dr. Jorge Ramos Guerra, quien en un programa de radio aseguró además que es importante que los candidatos a puestos de representación popular no estén cuestionados por corrupción.
Tomo su propuesta para fundamentar este análisis. Sabemos que generalmente los gerentes exitosos, honestos, no se lanzan a puestos de representación popular porque no es atractivo para ellos el ejercicio del poder debido no sólo a las limitaciones de recursos, sino a la forma de ejercer la política en el país. Cualquiera tratará de quitarlo del cargo y si toma decisiones audaces lo interpelarán.
Por otra parte, las leyes amarran sus actuaciones, no tienen libertad para toma de decisiones, así tengan conocimientos para resolver los asuntos que se les confiere. Las trabas burocráticas son una de ellas. Esto nos lleva nuevamente a plantear la necesidad de preparar los gerentes públicos en una universidad destinada para tal fin, de forma tal que salgan con el conocimiento exacto de cómo se maneja la administración nacional.
También, de proponer leyes que permitan que llegue el dinero a las instancias públicas, de manera más expedita, eliminando trabas administrativas innecesarias. Todos sabemos lo complicado y engorroso que es incluir un imprevisto en una partida presupuestaria.
Entonces, deberían dar autonomía a los gobernadores, alcaldes y demás administradores para autofinanciarse. Debe haber una salida para poder administrar y no morir en el intento, porque el mal uso de los recursos implica una inhabilitación política y nadie sensato querrá someterse a esa sanción.
Volviendo al acuerdo ético que señala el ex gobernador considero que no debería ser necesario, si ejerciéramos adecuadamente nuestras responsabilidades. El título de ciudadanos debería ser suficiente para ejercer con honestidad la cosa pública, pero hemos llegado a tal punto en esta cultura de la corrupción que él considera que los elegibles deben, reunirse y lograr acuerdos en ese sentido.
Entonces, la ética y la moral deben estar tan minimizadas que ya se hace indispensable poner las normas antes de actuar. El acuerdo que requiere el país en mi consideración es para lograr la unidad, para seleccionar los candidatos por méritos y no por partidos políticos, eso no quiere decir que no haya militantes de partidos políticos de reconocida moralidad y preparación para ejercer cargos, pero la sociedad debe abrir ese compas y buscar a los mejores gerentes, a la gente verdaderamente exitosa en un área determinada. Si eso no es posible, se debe importar para que asesoren.
No podemos ser sectarios y debemos aprender de quien sepa. Por ejemplo tenemos excelentes educadores que han sido asesores en esa materia, en otros países como la Dra. Margarita Sánchez, en México. Traigamos a la gente de otros países que nos ayuden a resolver problemáticas puntuales como el transporte, la seguridad, la pobreza entre otros, o mandemos nuestros técnicos a otros países para que se preparen. Cualquier solución es posible, debemos mirar los problemas desde diferentes perspectivas, sin descartar ninguna solución aunque parezca descabellada.
En este momento, afirmo que debe privar la unificación de criterios para resolver la problemática que vive el país, la agrupación de mentes brillantes y desinteresadas para proponer soluciones es básica. Con el conocimiento que tiene el Dr. Ramos, él podría convocar a un movimiento por el rescate de las instituciones o de la administración pública. Lo importante en este país es eliminar la cultura de la crítica y transformarla en acción, nos hace falta hablar menos y actuar más. El venezolano es creativo, inteligente, pero a su vez es negligente, apático. Entonces, de alguna manera debemos superar esa inercia y convertimos en partícipes, protagonistas de la acción, a ser más diligentes y actuar con más pasión en nuestro trabajo, en la misión que en libertad elegimos, en resumen, con conciencia ciudadana. Eso se logra desde la educación y la sociedad debe trabajar para construir una conciencia ciudadana positiva para salir algún día de lo negativo que vivimos.