Dedico a Hugo mi hijo mayor.
La Lógica es junta e indivisamente ciencia y arte del conocer y pensar. La inteligencia es energía real que vive, se desarrolla y confirma la racionalidad de la existencia. En la lógica predominan la luz y el estilo, cualidades que sirven para establecer un orden regular en las relaciones de nuestra vida cual lumen vitae (luz de vida), es la inteligencia, el conocer, la razón o el entendimiento. Como la inteligencia es una realidad viva de cuyo ejercicio tenemos testimonio auténtico, es esta la razón por la que siempre nos hallamos conociendo y aspirando a percibir con verdad todo lo que nos rodea.
La vida es un eterno hacer camino, mirar, aprender, sentir, pensar, luchar. Cuando el hombre se introduce por los fascinantes caminos de la lógica satisface su curiosidad, libera su imaginación, encuentra respuesta a sus muchos por qué, aclara sus dudas, aprende, reflexiona, crea y autentica su propio concepto.
Cualquier cosa decía Protagoras “se puede discutir y hablar equitativamente desde dos puntos de vista extremos y con la misma fuerza”. Con esta frase ingreso al maravilloso campo de la lógica gris.
Ni tan tenso ni tan flojo. Los extremos aplicados no funcionan; en el centro de toda polaridad está la clave de la realidad que busca la verdad. Allí justo se encuentra el meollo, la reflexión, la duda, la confianza, el acuerdo.
La lógica gris tiene la habilidad de encontrar el justo equilibrio entre dos polos. Cuando se ama demasiado a alguien pasamos al extremo del odio con facilidad. Después de haber compartido momentos felices no queremos volver a ver aquella persona nunca más. La ausencia de amor se confirma cuando hay indiferencia, cuando a la persona le da lo mismo ver o no ver al otro.
La verdad absoluta que enarbolan los políticos no existe. En cada uno hay algo de verdad y de mentira. Las conductas extremistas producen resultados extremistas, extremos que jamás llevan a la felicidad ni a la paz. Cada uno debe encontrar la unidad en todo y en todos, porque no hay nadie excepcionalmente aparte. Gústenos o no, todos somos parte de lo mismo.
En política la forma de pensar de la derecha está en las antípodas u opuestos de su adversario. De patriota a antipatriota hay un espacio de conciencia y reflexión. Patriota es quien defiende su patria y está a favor de ella, en el otro extremo está el antipatriota aquel que va en contra de su patria y no la defiende. En medio de estos dos extremos se halla la solución, el equilibrio, lo realmente justo y necesario.
Todo extremo tiene su contrario. La vida lo tiene en la muerte, la raíz en el tallo, la habilidad en lo torpe, el sometimiento en la rebelión, el día en la noche, la esclavitud en la libertad. Esta es la razón por la que la lógica define los extremos como relativos, no absolutos. Todos los extremos convergen en un centro, es el punto al que después de descubrirlo el científico Lotfi Zadhe diera en 1965 el nombre de Lógica gris (Borrosa o difusa). No hay negro absoluto, tampoco blanco total, los dos convergen en un punto central. En la lógica intervienen cerebro y corazón. Lo difícil en este ámbito es hallar un punto medio: “La paradoja de los sentimientos es que el cerebro tiene razones que el corazón no entiende” (Pascal)
La vida es esa circunstancia en la que ocurren cosas que van desde lo más dulce hasta lo más amargo, desde lo más alegre hasta lo más triste, desde lo más puro hasta lo más impuro, desde lo más sublime hasta lo más abominable. ¡Cuán versátiles somos!
Como humano es muy difícil ubicarse en los extremos, siempre es mejor la unión que la desunión. El carácter es una variable que no necesariamente se ubica en los extremos. Depende de las circunstancias, propósito, voluntad y razonamiento.
Ni la extrema humildad ni la total soberbia. Todo debe ser llevado a un punto de equilibrio y de verdad. Ofrecer la gloria aplastándolo todo, va de un extremo al otro formando el caos nunca la armonía. Prometer el paraíso realizando actos de violencia, solo ofrece el infierno.
Mañana es el día en el que la decisión tomada a conciencia, apostará a la concordia o a la violencia, a la polarización o a la unión, al abuso o al respeto. Estamos en medio de dos extremos, busquemos el equilibrio. ¡Vamos todos a votar!
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