«¡Quién iba a pensar que aquí íbamos a tener un pista de patinaje, piscinas y canchas de fútbol (…) esto es con mucho cariño y amor de la alcaldía!», celebra ante padres y niños Carlos Ocariz, el alcalde opositor de Petare, una de las mayores barriadas populares de Caracas.
En el corazón de esa extensa barriada, llena de basura en sus calles, el alcalde Ocariz inauguró una pista de patinaje de hielo sintético para niños pobres, en uno de sus últimos actos para buscar la reelección en las municipales del domingo.
Casitas apiñadas una sobre otra en los cerros, adornadas con luces de Navidad, rodean este centro deportivo de Petare, donde se encuentra la mayoría de los 458.000 votantes del municipio de Sucre, gobernado por Ocariz desde 2008 y una de las joyas de la corona que se disputará el domingo.
«Esto es una maravilla, antes había un cementerio de autobuses y basura, hasta gente de mala muerte», dice Carlos Ochoa, un jubilado de 66 años que desde los 11 vive en la zona, mientras los niños juegan con la espuma que simula la nieve en esta ciudad del trópico venezolano.
Antiguo bastión chavista
El chavismo tiene una sólida base electoral en los sectores más pobres, pero Petare es la excepción, indica a la AFP el alcalde, que de ser electo por segunda vez el domingo daría a la oposición su octava victoria en Sucre. Estos comicios ponen a prueba la solidez de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
«Esto era un bastión chavista, ellos siempre ganaron hasta que en 2008 rompimos con ese mito de que la popularidad en los barrios era sólo del chavismo y logramos ganar. Hoy estamos más fortalecidos», dice Ocariz, cercado por algunas mujeres que buscan tomarse fotos con él.
Aunque las zigzagueantes calles de este barrio están llenas de basura y el mal olor se cuela por la nariz, Victoria Murillo defiende la gestión del alcalde en este sector, afectado por la cotidiana violencia criminal.
«Estos deportes alejan a los muchachos de la droga y la delincuencia, que aquí abunda. Me gustaría una mejor recolección de la basura y menos inseguridad, pero esto también favorece a la comunidad», afirma Murillo de 55 años, mientras su nieta juega inquieta ante la idea de patinar por primera vez.
Algunos vecinos aseguran que los problemas con la basura son culpa del Estado central que no quiere ayudar al alcalde.
Campaña en la calle
Con este modelo que «rompe esquemas» y lleva a los pobres infraestructura propia de la clase media «hemos encontrado una manera de hacer una gestión popular, pero sin populismo», explica Ocariz, quien en los últimos días de campaña recorrió casi palmo a palmo Petare.
Organizarse en asambleas de vecinos, recorrer barrios en todo el país y activarse en redes sociales son parte de las estrategias de la MUD ante la poca presencia que tienen en la televisión, a diferencia de los candidatos chavistas, que cuentan con una potente red de medios de comunicación públicos y recursos del Estado para movilizarse y conquistar votos.
En el sector José Felix Rivas, el alcalde encabeza una caravana con tambores y ruidosas motos, saluda a la gente, escucha demandas de los vecinos y hasta reclamos de alguna vecina que le dice que los «candidatos sólo se acuerdan del barrio cuando hay elecciones».
Mientras, el líder opositor y gobernador del estado Miranda Henrique Capriles, que obtuvo un récord de votos para la oposición en las presidenciales de 2012 y de abril pasado, recorrió más de cien municipios en el país para impulsar las candidaturas de la coalición que lidera.
El desafío también está ante atractivas medidas económicas del presidente Nicolás Maduro para favorecer a la clase trabajadora y rebajar los precios ante una inflación de 54,3% anualizada a octubre.
«No me gusta nada el gobierno. Los descuentos en electrodomésticos es un ‘boom’. Que la gente aproveche y compre, pero en enero no va a haber nada», afirma tajante Maryori Manjares, quien alguna vez ha tenido que esquivar las botellas y palos que los chavistas que viven en Petare lanzan a estas caravanas.