La época decembrina es un tiempo de disfrute, de compartir con las familias y los amigos, aunque para otras personas como los adictos en recuperación son momentos de tentación, sufrimiento y en su mayoría de recaídas.
Las personas que acuden a los grupos de alcohólicos y narcóticos anónimos dejan los asientos solos cuando llega diciembre. Por lo general, casi nadie acude a las reuniones y en el mes de enero vuelven a estar con mucho trabajo, y los encuentros abren con relatos del nuevo año donde cuentan experiencias de algunos que tenían años recuperándose y decidieron probar nuevamente las drogas.
Por eso, los representantes del programa de Narcóticos Anónimos, quieren hacer saber a los adictos que no están solos, pues existen personas iguales que sufren día a día por su problema de adicción y que una vez superado, tendrán libertad para vivir, porque las personas con este tipo de adicciones luchan contra su voluntad.
El programa de Narcóticos Anónimos nació de Alcohólicos Anónimos y funciona a nivel mundial, en más de 160 países. En Venezuela tiene 21 años, al igual que en el estado Lara, y son muchas las personas que se han ayudado aquí debido a que es totalmente gratuito y accesible para todos; allí no se discrimina a nadie, se aceptan personas de ambos sexos, de todo tipo de estatus sociales, no son internadas y sobre todo su identidad se mantiene en el anonimato ante una sociedad.
El programa no tiene líder alguno, solo representantes que han pasado por este tipo de problemas y continúan ayudando a otros a superarlo y a compartir su experiencia.
Uno de los primeros requisitos que se tienen para ingresar es que quieran salir de la adicción o que por lo menos tengan la idea de querer dejar de consumir; posteriormente iniciarán con doce pasos que va dependiendo del grado de adicción y de la voluntad que tenga la persona.
Destacan los representantes del programa que los caminos seguros para el adicto a las drogas que no busque ayuda, es la cárcel, el hospital o la muerte. Por ello el apoyo de la familia es fundamental porque ellos se unen en el proceso, ayudan a superar aquellos ataques de ansiedad y aquella compulsión por tener acceso a adquirir o comprar droga para consumir.
Según la Organización Mundial de la Salud, la adicción se considera como una enfermedad que no tiene cura conocida, por ello los miembros del programa para narcóticos cuentan que el primer paso a dar y es el más difícil porque muchos quedan en el intento y es la aceptación, afirmar que tienes un problema y que necesitas ayuda. Una vez que se acepte la adicción, se van a aliviar aquellos traumas y conflictos vividos.
Luego el adicto pasa a pedir a un poder superior a un Dios que les vuelva su sano juicio y en el tercer paso afianzan esa creencia. Asimismo tienen que comenzar a conocerse a sí mismos. Este es otro de los procesos sumamente difícil porque descubrirán sus defectos y virtudes, teniendo en algunos casos que enmendar aquellos errores cometidos o por lo menos no volverlos a hacer.
Posteriormente, las personas diariamente se van haciendo revisiones internas como personas, para saber si están obrando bien o mal. Por último, la persona tendrá un contacto más espiritual y estos 12 pasos vividos se convertirán en una forma de vida, en la que serán mejores personas.
Más jóvenes bajo la adicción
Algo preocupante que se está observando es la cantidad de jóvenes que están bajo el consumo de las drogas y que evidencia la pérdida de valores en cada uno de los hogares.
El programa de Narcóticos Anónimos no es preventivo, pero ve con preocupación la situación y hace un llamado a los entes pertinentes para que se empiece a combatir este tipo de hechos y las familias se revisen para rescatar esos valores en sus hogares y evitar que sea uno de los suyos quien afronte este problema.
Reuniones semanales
En la entidad larense el programa para Narcóticos Anónimos cuenta con dos espacios en la entidad uno de ellos Nuevo Amanecer que funciona en la calle 35 entre carreras 15 y 16, frente a la plaza San Juan en donde tienen reuniones los días lunes, miércoles y viernes de 7 a 9 de la noche.
Mientras Nuestra Esperanza de Vida, se encuentra en la carrera 27 entre calles 16 y 17. Allí se reúnen los días martes, jueves y viernes de 7 a 9 de la noche.
Cualquiera que los quiera contactar lo puede hacer a través del número 0251-7181332 y pueden buscar información en la página www.navenezuela.org