Con un par de dianas del inspirado atacante Edder Farías, el Caracas FC frenó 2-0 al Deportivo Táchira para darle vuelta a una eliminatoria que perdía y coronarse campeón de la Copa Venezuela, su primer título con el entrenador Eduardo Saragó y que pone fin a una larga sequía, aparte de que le garantiza participación en la Sudamericana del próximo año.
Farías, un atacante que temporadas atrás brilló con Monagas y no había podido ser factor importante en el conjunto capitalino, anotó un importantísimo gol al minuto 19, que le dio el mando de la serie al Caracas y cambió las condiciones para su rival aurinegro, mientras que remató la faena con un impecable cobro desde el punto penalti, eso en la parte final del compromiso, en tiempo añadido (90+4).
La oncena de Saragó dominó la confrontación con un agregado de 3-2 y lo hizo nada menos que contra su acérrimo rival, al que le ganó una pulseada sobre la base de contundencia y jerarquía, al saber golpear cuando tuvo la oportunidad y tener la virtud de defenderse bien, con líneas replegadas, cuando Táchira trató de buscar el empate, en un césped maltrecho del estadio Olímpico que hizo las cosas más difíciles para los jugadores, sobre todo para talentosos como Yohandry Orozco.
El conjunto de Daniel Farías, que necesitaba ganar la Copa para no terminar el semestre con las manos vacías, llegó al estadio de la ciudad universitaria con un libreto claro: estar cerrado atrás, mantener el balón fuera del área y después, en contragolpe, ir por el arco contrario.
El sacrificado fue el atacante José Miguel Reyes, quien cedió su puesto en la titular a un juvenil para poder cumplir el referido planteamiento.
Caracas, en tanto, como estaba cantado, salió a buscar el arco contrario desde el mismo pitazo inicial, aunque con un hombre sorpresa en la alineación titular como César “Mágico” González, quien terminó por ser decisivo en la historia final del compromiso.
Fue “Mágico” González, en una de sus contantes caídas por la banda derecha, donde ganó casi todos sus duelos al lateral Carlos Rivas, quien puso el centro para Farías en la jugada que cambió el rostro de la eliminatoria e hizo resucitar al Caracas. Su centro de pierna zurda, entre el portero y los defensores, agarró a un Giácomo Di Giorgi, defensor aurinegro, dormido y Farías aprovechó para mandarla a las redes.
En ese momento comenzó un partido nuevo. Táchira, que había llegado con ventaja, ahora estaba obligado a marcar un tanto para retomar el mando del asunto. El global era 2-2, pero Caracas tenía la ventaja de haber marcado en la ida y eso lo hacía campeón.
De inmediato vinieron las variantes del DT del Táchira, que envió a cancha a Reyes e intentó con otros hombres en el segundo tiempo, pero Caracas, como ocurre con los equipos de Saragó, fue casi perfecto en defensa, con doble línea de cuatro jugadores rompiendo el juego del rival y cerrado los espacios, lo que le permitió mantener la ventaja hasta cumplirse el tiempo reglamentario.
Le alcanzaba con el 1-0, pero para redondear la positiva tarde, Farías castigó de gran forma un penalti y puso la guinda al pastel, aparte que aseguró el título de máximo goleador con seis dianas.
Vuelve a realizarlo Saragó. Lleva a un título a un equipo en su primer semestre, como ocurrió en Italia (ahora Petare) y Deportivo Lara.