Cardenales de Lara tomó una bocanada de oxígeno enorme. Y lo hizo a expensas de Bravos de Margarita, uno de sus rivales directos. Lo superó en par de ocasiones ayer en el Antonio Herrera Gutiérrez para llegar a 20 victorias y colocarse a sólo un juego del quinto lugar, sacándole provecho a la derrota de Tiburones de La Guaira frente a Navegantes del Magallanes.
Está, sin duda, más vivo que nunca. Todavía por debajo de .500, pero mucho más cerca que hace semanas.
La tarea era barrer y se cumplió a cabalidad. A primera hora -siete de la noche- se completó el partido que estaba pendiente de la anterior confrontación en Margarita y que en aquel momento se suspendió por lluvia. Faltaban tres outs para inclinar la balanza de su lado 5-2 y el zurdo César Jiménez los sacó sin problemas, al retirar al emergente Rodney Medina, Henry Blanco y Junior Sosa.
Envión anímico, sin duda, para encarar el segundo duelo, en ese caso a nueve entradas. Era tan importante como el primero y se impuso por 10-5, amparado en un gran ataque -15 hits-y un racimo de cuatro anotaciones en el séptimo episodio que sirvió de riposta a la oncena insular, responsable del mismo número de anotaciones en la parte alta de esa entrada.
Margarita llegó a poner las cosas 6-5, pero la respuesta cardenal, con un doble barrebases del recuperado Andrew Lambo y un sencillo de Gabriel Noriega, sirvió para meter el partido en el congelador.
Fue preservado el gran trabajo del abridor nicaragüense Erasmo Ramírez, sólido en seis entradas de labor con apenas una carrera en su cuenta. Confrontó varias situaciones de apremio y tuvo constante movimiento en las bases, pero, con jerarquía, amparado en su cartel de grandeliga, salió bien librado de los intentos de emboscada y minimizó el daño a una carrera. Su momento clave ocurrió en el tercer episodio. Ya había recibido una marca, cuando le hizo frente a una situación de tres hombres en base con Maximiliano Ramírez en el plato. Allí se creció, sacó lo mejor de su repertorio, y dominó al larense con un rodado por la inicial.
El derecho, que este año estuvo un rato largo en las mayores con los Marineros de Seattle, contó con el respaldo de una ofensiva oportuna, comandada por Mike Moustakas, Jairo Pérez y Lambo.
El primer jonrón de Moustakas en el béisbol criollo en el segundo acto le dio la ventaja a los crepusculares en el segundo acto, aunque luego vino la anotación de Margarita, empujada por Wilmer Flores, que niveló las acciones en el tercero.
Y después sencillos del propio Moustakas y cohete de Jairo Pérez permitieron a Lara recobrar la ventaja en el cuarto por 3-1, lo que le dio más tranquilidad a Ramírez. Tres más en el sexto, aprovechando par de errores de la defensiva insular, estiraron las cosas a 6-1 y parecía que Cardenales iba a navegar por aguas tranquilas en el resto del desafío.
No ocurrió así. El relevo volvió a provocar un susto, aunque en esta ocasión encontró el tercer out para, al menos, mantener la ventaja. Cuatro le hicieron a Rómulo Sánchez y Néstor Molina, aunque este último sacó un out valioso al ponchar a Manuel Piña con el empate en segunda. 6-5 las cosas y un susto enorme. Pero la respuesta con cuatro carreras en la parte baja le permitió a Lara abrochar el compromiso.
Fecha provechosa para los pájaros rojos. Tienen la misión ahora de repetir ante Bravos esta noche para dar otro paso más hacia la clasificación.
