Precio Máximo de Venta

Las acciones tomadas contra la especulación han tenido un fuerte impacto en la mente colectiva. En realidad, no tendría por qué ser así, ya que es natural en todos los países del mundo que se realicen fiscalizaciones para evitar el acaparamiento, la usura y los precios exageradamente elevados. Pero tres elementos le dieron un rasgo particular a lo ocurrido en nuestro país: la costumbre de ver estas prácticas comerciales como algo normal; el tipo de acción gubernamental, con un despliegue masivo de funcionarios y efectivos militares; la magnitud descomunal de las ganancias, sobre el 1000%.
El ejercicio de acciones de fiscalización y sus correspondientes sanciones son parte de las funciones del Estado en el capitalismo contemporáneo, en sus diferentes variantes, aunque habría que precisar que son acciones complementarias de las grandes políticas macroeconómicas que están a la base de la inflación, que obedece a la relación entre baja productividad y exceso de moneda en circulación.  Complementarias, pero indispensables.
Ahora bien, otras decisiones recientes tomadas por el Gobierno sí pudieran interpretarse como pasos dirigidos a lo que se ha llamado “un nuevo modelo económico”,  aunque en realidad de lo que se trataría es de buscar mayores grados de coherencia al modelo mixto que caracteriza la economía venezolana.  En este sentido, la Ley para el Control de Costos, Precios y Ganancias y la que crea el Centro Nacional de Comercio Exterior, representan un marco nuevo para las actividades económicas, con regulaciones más precisas sobre el ámbito del manejo de la renta petrolera, aunque no se sabe con exactitud cuál será el sistema cambiario que se adoptará, ni si se creará un mecanismo más abierto de tipo diferencial y de bandas.
Inicialmente, Cadivi fue concebido como un registro de solicitudes de divisas, y hasta 2009 se dejó abierta la posibilidad de acceder sin controles al dólar permuta. Una forma, en la práctica, de cambio libre diferencial. Una parte importante de los dólares adquiridos bajo esta modalidad no estaba destinada a la importación de mercancías, sino al ahorro de dividendos en el extranjero. Las divisas se fugaban, en consecuencia, de manera legal. Se desconoce si el nuevo sistema limitará completamente la compra de divisas para ahorrar en bancos fuera de Venezuela.
En cuanto a las leyes de costos y control de precios, sus diferentes variantes han hecho siempre parte de las luchas democráticas que condujeron al Estado de bienestar. Una de las modalidades en Venezuela fue la fijación del Precio Máximo de Venta al Público, que luego desapareció, aunque se hizo otro intento, el de Conacopresa en tiempos de Lusinchi. Todo eso se dejó a la deriva y fue sustituido por el concepto de “la educación del consumidor”. Siempre faltó disposición, eficiencia, rigor y voluntad.  ¿Pasará lo mismo nuevamente?