La crueldad infantil

El bullying  se observa con mucha frecuencia. Algunos niños y adolescentes se muestran  crueles en sus comentarios y acciones hacia sus pares. Esto viene dado por las características que les  son propias: espontáneos  en su comentarios, egocéntricos, además,  incapacidad de ponerse en el lugar del otro, o de demostrar empatía. Sea por las causas que fuere, lo distinto, lo bizarro causa discriminación y rechazo en la mayoría. Los niños consideran que todos deben ser iguales, no aceptan,  en primer momento, a otro que no se parezca a ellos mismos, ven muy rápido las diferencias. Al percatarse de ellas, preguntan por qué el otro tiene tal o cual característica, se pueden burlar o hacer comentarios sobre  eso que les inquieta, al punto de hacer sentir mal a quien manifiesta la diferencia.
Si bien es cierto que los padres deben preparar a los niños para respetar y aceptar  a quienes son diferentes por color, sexo, raza, religión, costumbres, cultura, discapacidades, entre otras, hay cosas que se escapan de sus manos, porque es imposible alertarlos sobre todas y cada una de las diferencias o diversidad que encontrarán  en el camino.
Es importante,  lo que ellos dicen a sus compañeros, pero más importante es,  la percepción de quien  se siente aludido. Por ello, los padres deben trabajar además  de la tolerancia, el autoestima del niño, para que no se sienta agobiado, intimidado, agredido por los comentarios de sus compañeros.  Ellos en el afán de divertirse, distraerse, se dedican a criticar, burlarse, de sus iguales con el propósito generalmente de pasarla bien, sin importarle el impacto que causan en la persona a quien agreden. Un juego cuando no es consentido, no es un juego, pasa a ser una agresión. Los maestros y la escuela deben también ser drásticos con las sanciones y que  la comunidad educativa, tanto los padres, representantes como los propios niños estén muy conscientes de lo que ello implica, de las consecuencias que acarrea una conducta inapropiada. Por eso sugiero que las clases sobre agresión infantil sean desde el propio inicio del año escolar, y continúen una vez a la semana, es decir que sea una materia o contenido más del currículo, de manera tal que no sólo se hable de los sentimientos, del impacto de las agresiones en el individuo, sino de las sanciones que acarrea dañar al otro. Porque no  debe existir  conductas sin consecuencias y esto es lo primero que deben aprender los niños: hay una ley que se llama” Causa y efecto”, “Acción y Reacción”, entre otras,  que revierten hacia uno mismo  el daño que se le hace a los semejantes. También se debe  trabajar es el respeto mutuo. Si la religión ayuda, o permite que los niños reflexionen sobre su comportamiento, hay que echar mano de esos preceptos, leyes divinas, libros sagrados, en fin, cualquier texto  que nos permita sujetarse de valores positivos para la convivencia pacífica.
La tolerancia y la empatía son dos factores claves que deben exhibir los padres y docentes para lograr modelar dichos valores en los niños. No se puede dar lo que no se tiene, se debe predicar con el ejemplo. La discriminación comienza en la casa, son los padres los llamados  a no agredir a sus hijos, a valorarlos, respetarlos e inculcarles respeto hacia los demás.
Por otro lado, hay   niños o niñas que muestran una tendencia sexual diferente, así mismo,  comportamientos que no corresponden a su sexo, muy femeninos los niños o  muy masculinas las niñas. Eso causa revuelo,  discriminación y ataques. Entonces,  se debe demostrar tolerancia hacia todas las personas sin distingo  de su tendencia o  de su  percepción del mundo. Asimismo, la gordura, la delgadez, los defectos físicos, son otro de los motivos de burlas por parte de los amigos, igualmente el color de la piel…los muy blancos, los muy oscuros, entre otros. Todos somos iguales en su esencia, tenemos la misma cantidad de genes, órganos, funciones aunque tengamos color de piel, ojos, cabello, diferentes. La forma de vestirse también incide en las burlas de los compañeros, porque las tendencias, la moda, el uso de marcas homogeniza a los grupos y se perciben más iguales, entonces quien se sale de éstos  parámetros, desentona y es brutalmente criticado. Eso debe eliminarse también, no tenemos porqué ser uniformados, con ninguna moda, ni tendencia. Somos seres, con gustos y necesidades  diferentes. Debemos acabar con la intolerancia y agresiones.

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