Un conato de invasión se suscitó en la urbanización Río Lama, específicamente en el edificio J-2, el cual se encuentra abandonado por una patología estructural en sus bases. Tras dos horas de negociación con efectivos de seguridad y presión de los vecinos, los ocupantes ilegales se retiraron.
Aproximadamente a las 11 de la mañana, un grupo de diez personas ingresó violentamente al edificio residencial con el objetivo de invadir, la acción fue ejecutada con ayuda de algunas herramientas mecánicas para abrir los accesos a los inmuebles abandonados.
Inmediatamente los vecinos salieron de sus hogares y se concentraron en las inmediaciones de la torre para observar lo que allí sucedía, por tanto decidieron llamar a los organismos de seguridad en protección de su integridad física.
Cabe recordar, que esta edificación consta de 12 apartamentos, de los cuales 3 están habitados por familiares que, bajo cuenta propia, permanecen en los inmuebles pese al riesgo de que pueda ceder la estructura, por cuanto se construyó sin el estudio de suelo apropiado.
Minutos más tarde, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, Policia del estado Lara y Policía Municipal de Iribarren, hicieron presencia en el sitio con la misión de servir de intermediarios en la ocupación ilegal.
Clima de tensión
Los habitantes del sector comenzaron a impacientarse, pues los ocupantes ilegales se negaban rotundamente a salir del edificio. Discusiones y gritos sobresalían del conjunto residencial.
La presión de los vecinos aumentaba su proporción, más aún, por sus amenazas de desalojo violento a los invasores, no obstante los efectivos de seguridad lograron calmar los ánimos caldeados de los presentes.
Cerca de las 12 del día, tras razonar sus acciones, salieron del inmueble las primeras tres personas, al mismo tiempo el acto de reflexión era ovacionado por los habitantes de la urbanización.
Tiempo después, otros seis ocupantes ilegales desalojaron el inmueble por cuenta propia, luego de ser informados que la edificación pudiese ceder en un largo plazo por el peso excesivo de ocupantes.
Al consultar los motivos de sus acciones, estas personas prefirieron resguardar sus declaraciones.
Negativa de desalojo
Sin embargo, una ciudadana de nombre Olga Petit, se resistió a desalojar el inmueble, según versión aportada por los vecinos, era quien organizó la avanzada de ocupación.
Luego los efectivos de seguridad acordaron actuar de forma directa para desalojar a esta persona.
Sin hogar digno
Petit, al ser abordada por el equipo reporteril, expresó que sus acciones forman parte de la necesidad de contar con una vivienda digna.
“Me fundamento en lo que reza el artículo 82 de la Constitución, el cual reza que toda persona tiene derecho a un vivienda adecuada, cómoda y segura con todos los servicios básicos para vivir. No puede ser posible que en un país con tantas riquezas petroleras los ciudadanos tengamos que invadir para contar con un hogar”.
“Me inscribí en la Gran Misión Vivienda Venezuela y pedí ayuda al Gobierno nacional, pero no respondieron satisfactoriamente a mi solicitud”.
Hace un llamado a las autoridades competentes a fin de canalizar su trámite para la adquisición de una vivienda digna.