El cantautor italo venezolano Yordano Di Marzo se reencontró con sus seguidores barquisimetanos el pasado sábado cuando cristalizó sus Sueños Clandestinos en Biotel Suites con motivo del segundo aniversario del establecimiento hotelero y su Restaurant Trattoria Toscana.
A las 10 y 50 de la noche y ante una nutrida concurrencia, el artista recientemente nominado a los Grammy Latinos en la categoría Mejor Álbum Cantautor, se apoderó del escenario para desatar la euforia de los presentes con Por estas calles de su álbum De sol a sol de 1992.
El tema fue coreado y aplaudido por una extasiada audiencia que apenas entraba en calor. “Ya salimos de esa”, bromeó Di Marzo.
Tras el éxito musical, una seguidilla de reconocidos temas alimentó la atmósfera de este íntimo encuentro con Yordano.
Sentidos acordes de guitarra advirtieron la sintonía de Locos de amor, una reliquia de 1988, del proyecto Lunas.
“Se les quiere, tengo un largo historial barquisimetano… mi esposa es de aquí”, comentó el intérprete antes de dar vida a No toquen esa canción, tema que dijo no tocar desde hace veinte años y que pertenece al disco Fines de siglo de 1990.
No voy a mover un dedo (Yordano, 1984) sirvió de antesala a Vivir en Caracas (Negocios son negocios, 1982), tema que dice “Cuenta la leyenda que se podía caminar y de vez en cuando, mirar al cielo y respirar…”. La armónica le imprimió sus notas nostálgicas y de añoranza a la melodía.
Seguidamente, Yordano reveló sus Sueños Clandestinos con el sencillo promocional Siempre la brisa y Aire en el fondo del mar.
Chatarra de amor, Hoy vamos a salir, Aquel lugar secreto, las tres del álbum Yordano de 1984, avivaron los recuerdos y agitaron la noche. Como siempre, el público se dejó oír a lo largo de las citadas interpretaciones.
La velada transcurrió con A la hora que sea (Lunas, 1988), Madera fina (Fines de siglo, 1990) y Manantial de corazón (Yordano, 1984).
Di Marzo habló sobre su banda los Siete Cueros y sus inicios antes de interpretar Bailando tan cerca, también del disco Yordano, 1984.
La canción sonaba a la media noche. Yordano no tocaba en Barquisimeto desde el 2011. Ese año nos visitó en dos oportunidades, la primera vez estuvo en el Teatro Juares para celebrar sus 30 años de carrera artística con un espectáculo que quedó para la historia, en el cual interpretó más de 30 canciones, además de interactuar cómodamente con la concurrencia y bajo el abrigo de la primera sala de espectáculos de la ciudad. Ese año también estuvo en la Flor de Venezuela para el aniversario de Barquisimeto.