La era de César Farías al frente de la selección de Venezuela terminó después de casi seis años. El propio entrenador le puso fin a su ciclo con una carta divulgada ayer, mediante la cual hizo oficial su decisión de renunciar. No fue -desde luego- ninguna sorpresa. Por el contrario, la versión era esperada desde hace días, cuando comenzó a circular la información relacionada con su vinculación del equipo de Tijuana en el fútbol mexicano.
Farías tomó el cargo de seleccionador nacional el 27 de diciembre de 2007 y se marcha en una fecha parecida. Como su antecesor, Richard Páez, decidió separarse del cargo en el mes de noviembre. Por supuesto, sus razones son muy distintas a las que en su momento tuvo el merideño. Tiene una premura por resolver su situación contractual con la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) para quedar libre de compromisos y poder marcharse a México para asumir las riendas de los Xolos, que comienza pretemporada mañana.
Decir que no tuvo logros sería caer en un acto mezquino, sobre todo porque -nadie lo puede negar- alcanzó unas inéditas semifinales en la Copa América de 2011, el mayor momento de alegría dentro de la historia del fútbol criollo. Pero quedó en deuda con el ciclo eliminatorio hacia el mundial de Brasil. Al comienzo del proceso prometió el boleto al país amazónico y se quedó corto por algunos puntos. Su campaña en las eliminatorias hacia Brasil -hay que decirlo- no fue mala, especialmente porque llegó hasta las fechas finales con posibilidades de clasificación, pero lo que cuenta es que no cumplió con el objetivo, razón de peso para no seguir en el timón vinotinto. Eso sí, dispuso de la generación más talentosa del balompié criollo y no le alcanzó.
Lo tenía decidido
En la carta que dirigió a la afición vinotinto, Farías aclaró que su decisión de renunciar estaba tomada desde el mes de octubre, tras el partido contra Paraguay que significó el cierre del premundial, pero guardó silencio hasta ayer para respetar un acuerdo de palabra con Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol.
“Quiero referirme a algunos aspectos puntuales. Culminado el partido ante Paraguay en San Cristóbal, mi decisión de apartarme de la dirección técnica era irrefutable. Así se lo comuniqué a Rafael Esquivel y a los jugadores después de la cena, donde sobraron las palabras y las muestras de afecto. Convencido como estoy que era un ciclo cumplido, expresé mi deseo de dar por culminada mi tarea al frente de la Vinotinto”, escribió el cumanés, quien agregó que Esquivel le pidió mantener las riendas criollas, pero ya sus planes eran otros.
“Esquivel, de manera reiterada, me pidió que lo pensara con calma y que me tomara un tiempo prudente, que su deseo era que siguiera en el cargo y que esperáramos la convención de la FVF prevista para el 28 y 29 de noviembre en Porlamar, en la cual se trataría mi caso. Igualmente algunos referentes del equipo, durante la conversación posterior al partido, se me acercaron para expresarme su solidaridad y deseo de que no renunciara”.
Sin embargo, al enterarse que en el directorio de la FVF realizado hace dos días en Margarita se había decidido prolongar para enero una versión oficial sobre su caso, Farías optó por romper el silencio y hacer pública su renuncia, toda vez que, a su juicio, “otro lapso de espera sería perjudicial para la propia selección”.
“Un reconocimiento especial a los jugadores que durante seis años formaron parte de este proceso, a todos, desde los capitanes hasta el menos experimentado, muchas gracias por su esfuerzo y sudar la camiseta con el orgullo de ser un Vinotinto”, cerró su texto el cumanés, quien, sin embargo, no confirma su llegada al equipo mexicano de Tijuana.
Queda, ahora, esperar la decisión de la FVF en torno al reemplazo de Farías, una lista que encabezan Eduardo Saragó, Richard Páez y Rafael Dudamel.
