Planteamientos – Acerca del Desarrollo Humano Integral

Definitivamente, hay ideas-fuerza que encierran una densidad y potencialidad tal que es desconocida por muchos, pese a que forman parte de un debate mundial. Esto tiene que ver con la llamada “revolución paradigmática” que agrieta el piso de la Ciencia Moderna. Los cambios están ocurriendo y son imperceptibles, termina postulándose.
Que en nuestro país, en pleno debate constituyente, se incorporase en la nueva Constitución el constructo Desarrollo Humano Integral es explicable por lo que venía ocurriendo en el contexto mundial. Que aparezca y desaparezca del discurso oficial y del debate académico es síntoma de la inconsistencia y la banalidad que rodea la discusión política. El combate contra la corrupción, en el marco de la recién aprobada Ley Habilitante, tiene por norte el Desarrollo Humano Integral. Desde el 2004, el Pacto Global de la Naciones Unidas incluyó como principio de responsabilidad social la lucha contra dicho flagelo.
De las críticas al crecimiento económico, al modelo neoliberal y la emergencia de este nuevo paradigma, en buena parte es responsable el economista, matemático y filósosfo hindú, Premio Nobel de Economía en 1998, Amartya Sen.
A finales de septiembre, el profesor Sen estuvo invitado a la clausura de un seminario internacional sobre desarrollo humano sostenible, organizado por el PNUD, la Universidad Centroamericana (UCA) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU), en Managua. De la entrevista concedida a Carlos Herrera, en su programa de Televisión, Esta Semana, transcribimos algunos aspectos que consideramos de interés, referidos a la distinción entre crecimiento económico y DH; y a la importancia del debate público como fuente del cambio social. En sus propias palabras:
Tradicionalmente, el crecimiento económico se ha visto en términos de la expansión del ingreso nacional, el producto bruto total del país, o alguna otra medida del ingreso. El desarrollo humano difiere de eso en dos maneras. No se preocupa tanto por los productos y bienes que se poseen, sino por el tipo de vida que tiene la gente. Cuánto tiempo vive, qué tan bien viven, si son pobres, analfabetos, ese tipo de cosas. Toma en cuenta los ingresos, pero como uno de muchos factores. Y se preocupa no sólo por los valores agregados de una nación, sino en cómo esos agregados se reflejan en la vida de los individuos. No se puede capturar todo eso en una cifra, pero el desarrollo humano es un esfuerzo (de medición) en esa dirección.
El debate público hace que la gente entienda problemas difíciles o grandes problemas. Cuando no basta simplemente pensar, escuchar a otros, discutir, nos permite aprender unos de otros. También nos permite decidir qué hacer, cuáles son nuestras prioridades, debemos recordar que el debate público enriquece mucho.
Solo por dar un ejemplo, hace diez años se decía que India sería el foco más grande de la epidemia del SIDA. Y todas las predicciones de la ONU ponían el mayor número de pacientes de SIDA en la India que en cualquier otro lugar. A diferencia de la desnutrición normal, que vergonzosamente continúa, esto se convirtió en una alerta dramática, parecida a la que surgió sobre la hambruna. Se tomaron muchas acciones y cuando las acciones son demandadas por el público, en un gobierno democrático donde hay presión de la oposición, presión de los medios, entonces algo ocurre.
Ahora nadie cree que la India se convertirá en el centro de la epidemia del SIDA. El problema no se ha resuelto, pero las cifras han resultado minúsculas en comparación a las predicciones. Entonces, hay muchas maneras en las que la discusión pública es efectiva a la hora de traducir un problema en reconocimiento y remedio. En segundo lugar, nos permite discutir qué es lo que debemos enfatizar.
Para la fecha de publicación de este artículo (viernes 29), profesores y estudiantes estaremos discutiendo ideas y experiencias acerca del Desarrollo Humano Integral, en un encuentro con el Dr. Mauricio Phelan, organizado por el Programa de Licenciatura en Desarrollo Humano, con el apoyo de la Cátedra Libre BCV- UCLA.  En esa ocasión, al ilustre invitado, se le hará entrega de la “Orden 22 de Septiembre”.