El encarecimiento de la vida no solamente ha golpeado al sector alimento en Venezuela. El área de repuestos para vehículos también ha registrado una fuerte crisis en el país, lo cual mantiene altamente preocupados a los dueños de automóviles.
En un recorrido realizado por EL IMPULSO por varios establecimientos de Barquisimeto, dedicados a la venta de repuestos automotores, se constató la gravedad.
Efectivamente, la carencia de partes y piezas es evidente en los estantes y mostradores, lo que repercute en bajas ganancias para los comerciantes y en detrimento directo para quienes tienen un carro accidentando por falta del repuesto requerido para solucionar el problema y volver a rodar.
Los vendedores del ramo con mucha preocupación dijeron a este periódico que principalmente escasean los componentes para el armado de motores.
Es así que desde hace tres meses se agudizó la crisis para conseguir juegos de pistones, anillos, conchas de biela y demás partes que integran un motor.
Durante las visitas a los locales, se observó a varios compradores angustiados al no encontrar los repuestos que buscaban.
Uno de ellos, Carlos Caripá, indicó que no logró ubicar en ningún establecimiento una bomba de aceite.
Señaló que la de su carro se había dañado y estaba en aprietos porque con el mismo se gana el sustento diario para su familia, al tratarse de un rapidito con ruta centro-norte de Barquisimeto, el cual lo tenía en su casa sin poderlo trabajar.
Ernesto Pérez, otro comprador, también entraba y salía con las manos vacías de varios locales ubicados en la avenida Rómulo Gallegos (la 42).
Indicó que llevaba todo un día buscando, sin éxito, una bomba de gasolina.
Sin identificarse, evitando posibles futuras amonestaciones, uno de los vendedores de repuestos indicó que las fallas se originan porque el gobierno no le suministra dólares suficientes a quienes comercializan con este rubro para la adquisición de repuestos y de esta forma puedan abastecer el mercado local.
Sostuvo que tampoco se atreven a comprar repuestos al precio del dólar paralelo, menos ahora, que el gobierno nacional los obliga a vender al público y obtener de estos un margen de ganancia que no supera el 30%, lo cual se traduce en grandes pérdidas económicas difíciles de recuperar, sobre todo cuando la inflación alcanza más del 50%.
Otro vendedor opinó que si el gobierno continúa con el control cambiario y restringiendo la entrega de divisas, lo más probable es que muchos vehículos queden accidentados en las casas o en talleres mecánicos porque no habrá repuestos que ofrecerles.
