Las fallas en el surtido de medicamentos aún no ha sido solventada en el país y los más afectados son los pacientes recluidos en los diversos centros asistenciales.
En el Hospital Central Antonio María Pineda, el déficit de recursos y la falta de una dotación completa para poder atender la capacidad de pacientes que ingresan en la emergencia del principal hospital del centroccidente del país, perjudica a pacientes y familiares, quienes deben estirar el presupuesto para poder costear medicamentos, exámenes y traslados a centros privados.
Omaira Díaz, se encontraba con su familiar en la emergencia del Hcamp, relató que desde hace tres días, no ha hecho más que gastar el poco dinero que reciben en la compra de medicinas e insumos médicos para llevarle a su madre que se encuentra recluida en este centro asistencial.
“Las cosas están muy caras y de paso no se encuentran muchas medicinas. Hay que recorrer toda la ciudad, gastar pasaje y donde se consiga comprarlo al precio que sea”.
Además, contó que como dentro del hospital ni cuentan con diversos equipos para exámenes especializados, han tenido que trasladar a su madre hasta centros privados, lo que representa el pago de una ambulancia que alcanza la cifra de 1.500 bolívares por sólo dos cuadras de recorrido.
“Son muchos gastos, sabemos que aquí por lo menos la están atendiendo muy bien, pero a veces no se puede tener tanto dinero para pagar medicinas y exámenes”.
Por su parte, Georgina Pérez, destacó que una tomografía, en la institución más económica, les costó 550 bolívares, más el traslado en ambulancia fue un gasto de 2.050 bolívares, más de la mitad de un salario mínimo en tan sólo unas horas.
Esta es la realidad que viven cientos de larenses, quienes como consecuencia de la falta de medicamentos e insumos en el Hospital, se ven obligados a sacar de sus bolsillos para poder atender a sus familiares enfermos.
Milvia Páez, familiar de uno de los pacientes en la emergencia, indicó que han tenido que comprar guantes, sondas, mascarillas, gasas, goteros y hasta yelcos, y medicamentos como Novalcina para disminuir la fiebre y Sitromicina en ampollas se encuentran de forma muy escasa en los anaqueles de las farmacias, por lo cual deben visitar varios establecimientos.
“La farmacia del Hospital tiene buenos precios pero se agota muy rápido la mercancía y hay que salir a buscar en otros establecimientos a ver si se consigue el medicamento. Es un esfuerzo económico muy grande poder atender a un familiar enfermo”.
La escazes de medicinas afecta a todos por igual y las regulaciones no han logrado normalizar esta situación que según la Federación Farmacéutica se espera que se agrave para el próximo año.