Durante las primeras horas de la mañana de este jueves todo era normal en la avenida Las Industrias, con el tránsito automotor fluyendo en ambos sentidos.
Sin embargo, cerca de las diez, un reducido grupo de elementos con batas blancas y los rostros cubiertos, salió del Núcleo Obelisco de la UCLA y comenzó a lanzar piedras contra los vehículos que por allí se desplazaban, obligando a sus conductores a buscar otras vías para no ser blanco de los proyectiles. Afortunadamente estaba la alternativa de la Florencio Jiménez donde había normalidad absoluta, aunque el congestionamiento automotor no se hizo esperar.
Funcionarios de tránsito y de la policía se ubicaron en la intersección de Las Industrias y La Salle para impedir el paso a los vehículos, pero ya un camión furgón cargado de queso había sido víctima de los encapuchados.
Un considerable número de la Policía Nacional Bolivariana también fue destacado al lugar para tratar de controlar a los elementos, aunque nada podían hacer por carecer por completo de equipo antimotín, limitándose algunos a regresar las piedras recibidas, además de contemplar impotentes como era saqueada la carga de queso que transportaba la unidad cuya cabina fue destruida por completo por las llamas.
Incluso, una unidad de los bomberos de la Zona Industrial llegó para sofocar el fuego pero tuvo que retirarse ante la lluvia de piedras de la que fueron víctimas los integrantes de la comisión.
El camión, un Ford Cargo, placas A70BM4V, había salido de la empresa Lácteos Zulia, en la Zona Industrial, con la carga de queso blanco.
Mientras algunos de los encapuchados se dedicaban a lanzar piedras a los uniformados, otros sacaban las panelas del producto lácteo y las introducían en las instalaciones universitarias, aunque otros corrían con el producto del delito hacia el terreno ubicado detrás de Makro, donde no había presencia policial.
Cerca de las diez y media, al fin, luego de insistentes llamados, llegó un piquete de policías antimotines arremetiendo, disparando perdigones contra los vándalos que huyeron hacia territorio universitario, hasta donde fueron perseguidos.
Una joven fue detenida con un queso en su poder, aunque ella insistía en que no tenía nada quer ver con el saqueo del furgón.
Cuando la policía logró controlar la situación la cabina del camión estaba destruida por completo por el fuego y la carga de queso había desaparecido a manos de los vándalos que huyeron hacia predios universitarios.