El presidente de la cúpula empresarial señaló que el Gobierno nacional no ha otorgado divisas al sector productivo nacional
Los empresarios venezolanos pensamos que estamos a tiempo de detener la crisis económica que está padeciendo el país y de evitar que se acentúe en el año 2014, porque hay una mejor manera de hacer las cosas.
Dicho pronunciamiento fue realizado por el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, quien aseguró que el principal culpable de la situación del país es el Gobierno nacional y no el empresariado, tal como ellos lo quieren hacer ver.
«Rechazamos cualquier desacierto que haya habido en las prácticas de ética comercial, Fedecámaras rechaza todo intento de ir en contra de la ética comercial y de la especulación. Pero sabemos que esto es una responsabilidad formalmente del Gobierno, que incentiva normalmente, con un modelo desacertado, la corrupción y la especulación, pero eso no nos hace a nosotros corresponsables», sentenció.
Rechazó «el show mediático» que realiza el sector oficial y que somete al escarnio público a los empresarios serios y honestos que trabajan por el desarrollo del país.
«A los empresarios no se les puede juzgar por televisión; todos los empresarios y comerciantes, independientemente de su tendencia o que hayan hecho con sus negocios, tienen derecho a un juicio justo, al debido proceso y por supuesto argumentar su defensa», recalcó.
Roig recordó que desde hace más de tres años la cúpula empresarial venezolana, ha venido alertando todo lo que estaría por suceder si se continuaba con un modelo económico con evidentes signos de agotamiento.
«Dejando a un lado los mitos, la realidad es que Venezuela vive con una inflación que llega al 50% en lo que va de año; con diez años de control de precios y sólo en alimentos se alcanzó el 1.953% de inflación.
Somos el país con la mayor inflación de América Latina, con 22,4% de escasez, con unas reservas líquidas que cubren una semana de importaciones y aún así, lo que hacemos es evaluar si endeudarnos aún más o si vendemos oro de las reservas para poder cumplir con nuestros compromisos, mientras, tenemos 4.000 establecimientos industriales menos y 205.000 menos empleadores.
No es normal que los venezolanos deban hacer largas colas para adquirir un producto básico. Este país no es el país que queremos, ni merecemos los venezolanos, no podemos resignarnos”, expresó.
Al mismo tiempo, opinó que no puede dar buenos resultados un modelo económico que considera al sector privado nacional un enemigo al cual hay que minimizar, en lugar de concebirlo como lo que es: «El sustento de la mayoría de los venezolanos».
«El 70% del producto interno bruto se origina de las actividades del sector privado, superamos la contribución del petróleo al ingreso nacional, sólo la manufactura privada aporta 12,8% del PIB, es el sector más grande de la economía nacional, por encima del sector petrolero (que aporta 11,7% del PIB). El comercio aporta 9,9% del PIB, 80% de los trabajadores están ocupados en el sector privado, 58% de los ingresos del gobierno central presupuestario vienen del sector no petrolero, principalmente de los impuestos (ISLR e IVA) que pagan las actividades privadas», detalló.
Criticó que el Gobierno nacional tenga una mayor prioridad para otorgar divisas que se utilizan para importar electrodomésticos y no medicinas o productos de primera necesidad.
Solicitó nuevamente a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), para que haga pública la lista de todas aquellas empresas que recibieron divisas preferenciales y se castigue a todas aquellas que cometieron ilícitos.
Propuesta para el 2014
Por otra parte, indicó que los venezolanos necesitan sin duda alguna precios accesibles, abastecimiento de productos, estabilidad laboral, y cada vez más oportunidades para desarrollar el talento de nuestra gente.
«Queremos tener una economía fuerte, y para eso tenemos que producir en Venezuela. Pero eso no se logra aplicando medidas que promueven el conflicto en lugar de los acuerdos», sostuvo Roig.
Insistió que se necesitan más fuentes de trabajo, que abran más comercios, que se den las mismas condiciones a los venezolanos que a los aliados del extranjero.
«La solución al alza de los precios y al desabastecimiento es más producción nacional, no empresas que cierren sus puertas, apoyo real a nuestros productores y no más importaciones, eliminar los mecanismos que generan distorsiones y corrupción como Cadivi y sustituirlo por mecanismos que permitan la inversión y generen confianza», afirmó.
Exhortó al Gobierno nacional para que impulse la producción de sus empresas y sobre todo a mejorar los servicios públicos, y en especial el servicio eléctrico, ya que este factor afecta directamente la producción en Venezuela.
«El sector privado necesita acceso a las divisas, no queremos dólares baratos, requerimos un acceso estable y transparente a las divisas para adquirir insumos y producir. Los ajustes de precios regulados tienen que ser oportunos. La legislación debe garantizar la estabilidad laboral, debe fomentar la creación de nuevos puestos de trabajo y promover el crecimiento de quienes más se esfuerzan».
Invitó al Gobierno nacional a un diálogo público, que se traduzca en resultados.
«Ponemos a su disposición toda nuestra voluntad de trabajo, para que el rumbo de la política económica se empiece a definir pensando en el futuro. Los venezolanos cuentan con nosotros, estamos comprometidos con Venezuela”.
