El viejo y el señor

Entre un abuelo y su nieto, cuando descansaban
los dos, el viejo se quedó dormido y el niño lo
contempló, que una lágrima muy brillante de sus
ojos viejos salió, el pensó en despertarlo, pero
enseguida asoció, mi viejo  es un ser muy
bueno, y esta hablando con Dios; no se equivocaba
el niño, porque esto sucedió, el le decía al señor:
Padre porque a los niños , futuro de tu creación,
muchos de ellos pasan hambre y frio, y sin ninguna
compasión, se les trata con desdén y con muy poco
amor: el viejo bajó la cara  con respeto y sumisión,
esperando la respuesta, que le daría mi señor- hijo mío
todo lo veo y yo sufro  igual que tu. Y siendo el padre
de la creación, a mis hijos extraviados que no quieren
a los niños ni a los viejos con amor, les daré una nueva
y última oportunidad, de que vean la sonrisa del señor:
y así, el viejo se despertó y abrazando a su nietico, entre
sus brazos lloró.