Tres días después de verse las caras en el Olímpico de la capital, Deportivo Táchira y Caracas FC, protagonistas de la rivalidad más caliente del fútbol venezolano, libran una nueva pulseada, esta vez en busca de la ventaja para la confrontación de la Copa Venezuela, programada a partidos de ida y vuelta.
El compromiso, a jugarse en el estadio Pueblo Nuevo, está fijado para comenzar a las 7 y 30 de la noche.
El Carrusel Aurinegro, al estar en su casa, necesita detener al rival y firmar una victoria amplia para llegar en situación favorable al desafío de vuelta, una semana luego. El conjunto dirigido por Daniel Farías salió derrotado el pasado domingo frente a los Rojos del Ávila, en el primero de tres partidos que tendrán ambos equipos, pero no jugó un mal partido y tuvo destellos de buen juego, solo que el mal estado del terreno lo perjudicó, sin permitirle desarrollar su potencial.
Ahora que va a su casa y se encuentra con un césped mucho mejor, espera poner en práctica su idea futbolística para doblegar a un cuadro caraqueño que, si bien es peligroso, tiene como principal misión no perder y tratar de anotar, cuando menos un gol. El conjunto de Eduardo Saragó apostará a defenderse, mantener el orden y el equilibrio, y después buscar, por medio de la pelota quieta, llegar al arco rival y hacer daño.
“Va a ser duro, complicado, ellos van a tener la obligación de salir a atacarnos y van a querer ganar como sea”, apuntó el defensor argentino Roberto Tucker sobre las expectativas del elenco caraqueño para el importante duelo.
“Trataremos de hacer nuestro juego, de lastimarlos y traernos un buen resultado para el partido de vuelta en el Olímpico”, agregó el autor del tanto que le dio el triunfo a los avileños en la fecha anterior.
Ahora que fue relegado de la pelea por el título del torneo Apertura, el Táchira le apuesta todas sus fichas al certamen copero, su única oportunidad de festejar un título y darle oxígeno al ciclo de Farías, en su segundo semestre con la escuadra.
“Jugar de local es positivo, tenemos un grupo muy unido, somos un equipo joven pero muy maduro”, señaló Agnel Flores, mediocampista del elenco atigrado y quien porta el brazalete de capitán ante las ausencias de César “Maestrico” González y el portero colombiano Breiner Castillo.
Es, quizás, una de las ventajas del Caracas, que cuenta con todos sus efectivos, contrario al cuadro de San Cristóbal, que no tiene a González y Castillo.
Caracas cuenta con el argentino Roberto Armúa, que superó una lesión e incluso volvió a la acción en la tanda dominical, y está llamado a ser el motor en el centro del campo, aunque es posible que sea movido al banco de suplentes para darle paso a Luis “Cariaco” González, visto que Saragó optaría más por el contragolpe que por manejo de pelota.
