Este miércoles llegan a Venezuela los primeros 300 autobuses de un total de 2.000 acordados con China, que estarán destinados a la creación de sistemas de transporte masivo en las principales ciudades del país, informó el ministro de Transporte Terrestre, Haiman El Troudi.
Apuntó que en diciembre venidero arribarán al país otros 800 y el resto, en enero de 2014. En agosto pasado, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la adquisición de las 2.000 unidades, a través del Fondo Conjunto Chino-Venezolano.
El ministro explicó que estos buses se unirán a la Misión Transporte, un programa que prepara el Ejecutivo Nacional y que fue anunciado el 12 de noviembre pasado.
«Vamos a seguir creando nuevos sistemas de transporte masivo en las principales ciudades del país», indicó El Troudi. «En pocos meses, con estas unidades chinas, veremos una explosión de sistemas de transporte para favorecer a millones de personas».
En los últimos meses, el Estado ha puesto en marcha ocho sistemas, que movilizan a más de medio millón de personas: Transbarca, en Barquisimeto; TransBolívar; TransAragua; TransAmazonas; Bus Guarenas-Guatire; BusTaguanes; Bus Puerto Cabello y BusCumaná, que entra en funcionamiento este miércoles.
Precisó que la meta es llegar a más de 40 ciudades, con sistemas «confortables, de calidad, seguro, económico, que cumplen con los protocolos de funcionamiento a través de rutas estudiadas para favorecer a la mayor cantidad de personas y comunidades, y que contribuyen con la reducción de la congestión y con el ordenamiento de la ciudad».
Ese ordenamiento de la ciudad se consigue en parte gracias a la colocación de paradas demarcadas, únicos lugares donde podrán abordar y desembarcar pasajeros. Cuentan también con operadores capacitados en el centro de entrenamiento del Metro de Caracas, que será a futuro, informó el Ministro, la Escuela Nacional del Conductor.
Otra ventaja es la tarifa, menor al pasaje público habitual, y que, sin embargo, no es subsidiada. «Son sistemas sustentables, con tarifas justas, calculadas debidamente y con muy pequeño margen de ganancia -porque su fin es social- para mantenimiento y el pago a los operadores», resaltó El Troudi.
Cada sistema tiene también sus patios y talleres y un centro de control de operaciones para el monitoreo y vigilancia de las unidades, a través de herramientas satelitales.
El Troudi sostuvo que con los transportistas no han tenido inconvenientes, pues con los sistemas estatales cubren rutas que normalmente están desatendidas, y añadió que la idea es ir avanzando para incorporar a los conductores a los nuevos esquemas, en un trabajo articulado.
«El interés nuestro es no golpearlos, pero hay también otro sector que demanda atención, pues hay necesidades insatisfechas que hay que atender», señaló.