El Festival Católico La Misericordia de Jesús llegó el sábado al Complejo Ferial Bicentenario con música edificante y palabras de aliento para los feligreses de Barquisimeto.
La Fundación La Misericordia de Jesús celebró por tercer año el encuentro y se trató del primer año en el formato de festival, con la promesa de seguir adelante bajo esta modalidad.
En la reciente edición recaudaron fondos para la Fundación Amigos del Niño con Cáncer.
“Cada año el Festival destinará sus fondos para los enfermos. Esta vez apoyamos el trabajo de Fanca y más adelante buscaremos otras causas que necesiten una mano amiga”, comentó la presidenta de la institución, Niriaska Perozo.
Los feligreses elevaron oraciones a Dios por más de cuatro horas en un ambiente de entrega y sinceridad.
Todos levantaron sus manos hacia el cielo para agradecer al Padre su cuidado incondicional. Además se encomendaron a la Virgen.
Son by Four visitó por segunda vez la ciudad crepuscular.
El trío que alcanzó la fama con el tema A puro dolor ahora está dedicado a repartir el mensaje de Dios por todo el mundo y lo demostraron en la cinta ante decenas de seguidores.
Antes de que los boricuas subieran al escenario, el talento local dijo presente. Maranathá llevó su lírica entusiasta y luego cedió el turno al Ministerio de Música Divina Misericordia.
De otras regiones nos visitaron Agua y Sangre y el carismático Franklin Conil.
Católico Soy
Son by Four tomó el escenario con pasión. Los hermanos Javier y Jorge Montes junto a Pedro Quiles contaron al público su testimonio de vida.
Ellos son el ejemplo de las maravillas que hace Dios cuando alcanza los corazones.
Entre canción y canción hicieron paréntesis para revelar cómo se dedicaron a multiplicar el legado de Jesucristo por cada rincón.
El trío interpretó los temas de sus producciones católicas Aquí está el cordero, Abba nuestro y Católico Soy.
No faltó su último promocional Si lo ves llorar, que se desprende de su último material.
La adaptación en español del clásico When the children cry invita a los adultos repartir fe y esperanza en los niños para disipar la maldad.
La felicidad está en Dios repetían sin cansancio los artistas renovados por la fe y que ahora cantan para levantar al caído, ayudar al enfermo y alegrar al afligido, todo a través del Espíritu Santo.
Monseñor Antonio José López Castillo, Arzobispo de Barquisimeto, asistió al genuino encuentro espiritual, acompañado de decenas de seminaristas.