William José Escobar Peraza (26) encontró la muerte mientras asistía a una reunión con familiares y amigos en un caney que estaba siendo inaugurado en el sector El Placer del municipio Palavecino, a las 12:30 a.m. de este domingo.
Cerca del mediodía de ayer, se agrupaban parientes y allegados de la víctima, a las afueras de la emergencia del ambulatorio de Cabudare, donde aguardaban al equipo forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
La angustia podía verse en sus rostros, y una vez arribó la furgoneta del Cicpc y cargaron el cuerpo en la bandeja, lo gritos de desesperación de los familiares se hicieron oír de manera desgarradora.
Sin embargo, tuvieron que sacar fuerzas para acompañar a los funcionarios del Cicpc de vuelta a la escena del crimen, donde se hallaron tres casquillos de bala cerca del lugar donde se había desplomado la víctima, específicamente en el baño del caney. Allí, otro sujeto se le aproximó y decidió, por alguna razón aún desconocida, abrir fuego en su contra.
Aterrados por los disparos, los presentes trataron de alejarse, pero al ver que el herido era Willy, como le llamaban todos, se aprestaron de inmediato a trasladarlo hasta el ambulatorio, a donde llegó sin signos vitales.
Zuleima Peraza, tía de la víctima, se enteró de lo ocurrido poco antes de la 1:00 a.m. de este domingo, cuando la llamaron por teléfono para decirle que alguien había matado a Willy. Dio a conocer que su sobrino vivía junto a su madre, dos de sus hermanos, sus dos pequeñas hijas y su esposa, quien está embarazada, en el sector El Mayal de Palavecino. “El trabajaba en un matadero de pollos en Acarigua, empresa para la cual cargaba y conducía camiones. Lo vi por última vez a las 6:00 de la tarde del viernes.
Era un hombre muy trabajador, muy de su casa. Le gustaba mucho visitar a todos sus familiares”, señaló, confirmando que sólo sabía que a su sobrino le habían disparado durante una fiesta en la que se encontraba en El Placer.