El papa Francisco y el presidente ruso Vladimir Putin abogaron por una salida «negociada» del conflicto en Siria, que tenga en cuenta los componentes étnicos y religiosos, durante su primer encuentro este lunes en el Vaticano.
Los dos líderes, que conversaron a puerta cerrada 35 minutos en la biblioteca privada del pontífice, en el palacio apostólico, acordaron «favorecer iniciativas concretas para una solución pacífica del conflicto» en Siria, que reconozca el papel «imprescindible» de la sociedad.
Putin agradeció al papa su posición, ilustrada en la carta enviada con ocasión de la reunión del G20 celebrada en San Petersburgo, en la que condenaba toda intervención militar externa para resolver el conflicto en Siria.
«La difícil situación de los cristianos en numerosas regiones, la promoción de los valores a favor de la dignidad de la persona y la protección de la vida humana y la familia», fueron algunos de los temas abordados.
Igualmente fue analizada la situación de los católicos en Rusia y la contribución del cristianismo a la sociedad, subraya el comunicado divulgado por la Santa Sede.
Putin evitó invitar al pontífice argentino a Rusia, un tema muy delicado, ya que se trataría de la primera visita de un jefe de la iglesia católica a ese país.
Una eventual visita papal no depende del deseo popular, sino de las relaciones con la iglesia ortodoxa, pero debido a la crisis del cristianismo en Europa y con un islam persiguiendo a católicos, ortodoxos y protestantes en los países musulmanes, Moscú y el Vaticano esperan mejorar mucho sus relaciones.
La idea de un viaje papal «no figuraba entre los temas» tratados, reconoció el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
El presidente ruso, que viajó en un avión privado, llegó con 45 minutos de retraso al encuentro con el papa, programado inusualmente en las horas de la tarde.
Al término del encuentro Putin se reunió con el nuevo secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin.
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